lunes, 1 de julio de 2013

E L L A G O P O M A C OC H A S


( Miuler Vásquez )

Según el MINCETUR, el lago o laguna Pomacochas tiene una extensión de por lo menos 450 Has. y se ubica a más de 2,200 m.s.n.m., al costado de un pueblo que lleva el mismo nombre.

Algunas historias hacen mucho más interesante la visita a este paraje, que de por si ya se muestra imponente y bello, véase  de donde se vea.

Hasta los años treinta, las chacras de maíz, papa y hortalizas ubicadas en su mayoría al costado y detrás del lago, eran lugares a los que se accedía únicamente caminando o en mula, llegar a estos terrenos productivos de otra forma, es decir, utilizando botes o canoas, ya sea por el temor a sus aguas o por lo inusual que resultaba este método era impensable.

El primer hombre que se atrevió a cruzar el lago, tras una espera de más tres meses del retorno de su mula, muerta por el desempeño excesivo y en manos de su hijo, quien temía volver debido al castigo que le esperaba, fue don Vidal Catpo.

Algunos pobladores, los que lo conocieron, cuenta que estuvo ocho días en su labor de construir una canoa, la que finalmente utilizo para bandear el lago, labor que le tomo unas horas, tiempo ínfimo en comparación de los varios días que le habría tomado ir por el fangoso camino.

Hay una leyenda, acerca de una ciudad sumergida, se entiende que por eso el lago era tan poco popular hasta antes de que lo vadeen. Cualquier poblador de Pomacochas está enterado de esta popular historia, así que no es nada difícil saber de ella.

Dicen que antes, mucho antes, en el lugar donde está el lago, existía una ciudad opulenta, de grandes edificaciones de oro y riquezas sin igual. La gente que allí vivía, no obstante era ambiciosa y miserable.

Sucedió que un día con el despertar del alba, se apareció un mendigo, lo vieron llegar andrajoso, arrastrando sus pasos en una edad indefinida, eternamente viejo. Nadie supo de donde venía, ni que iba a buscar, no obstante la gente al verlo acercarse, le cerraba la puerta en sus narices.

El viejo anduvo de casa en casa todo el día, suplicando que le dieran de beber y comer, cansado a rastras con su edad, pero fue en vano, no recibió más que insultos y burlas. Al final de la tarde a punto de morir, llego a una casita modesta, excluida de las demás y cerca de la salida, al empezar la pendiente. Hizo un último esfuerzo, llamo y pidió agua.

Y fue entonces, que una anciana, la única persona que vivía en esta casa humilde, se apresuró a darle de beber, el viejo sacio su sed y luego repuesto del agotamiento, pidió comida también.

Tuvo pena la humilde anciana de verlo en esas condiciones tan deplorables, mucha pena, por eso mato su única gallinita, la preparo y le dio de comer en abundancia, su eventual huésped comió todo hasta dejar el plato vacío.

Enseguida se levantó y le hablo a la anciana: “ Prepara tus cosas y vete de este lugar, porque mañana cuando amanezca, no existirá más”.

Y se fue, dejándole unas semillas. La longeva mujer partió de inmediato a la parte más alta, sin imaginar que al día siguiente en reemplazo de la ciudad, encontraría un lago. Para esto, había tenido un sueño, el vagabundo se hizo Dios, porque Dios era, y subió al cielo y con sus manos, de media ciudad, desde donde la tierra empezó a abrirse en dos, hizo brotar agua hasta inundarlo todo.

También hubo soñado que las semillas se convertían en monedas de oro y en efecto cuando fue a revisar su bolso, ahí encontró las monedas. Hasta ahora, seguramente la ciudad debe estar en el fondo del lago, eso dicen todos.

Sobre la historia anterior, alguna vez se dijo que cuando el lago disminuía su caudal, se podía ver la parte más alta de una Iglesia, esta información contrasta en su totalidad con la versión recogida en Pomacochas, que más bien nos refiere, solo en algunas épocas y a la vista de muy pocos, el avistamiento de unas aguas luminosas.

Lo que se dice en el lugar, acerca de la brillantez de estas aguas, alude al oro que posiblemente hay en el interior del lago; quizás, dicen algunos, sea la “viga” que iba a entregarse a los españoles por el rescate de Atahualpa, traída de un cerro cercano y arrojada al lago, tras conocerse su muerte.

Del lago también, alguna vez, una sirena emergió a la orilla y se dejó ver por algunas personas, eso cuentan, pero eso ya es otra historia.

E L B A G R E C I T O


                 ( Francisco Izquierdo Ríos )

Un viejo bagre, de barbas largas decía: “Yo conozco el mar. Cuando joven, he viajado a él y he vuelto”. Y en el fondo de las aguas, se movía de un lado a otro. Los peces niños y jóvenes le miraban y decían:” Ese viejo conoce el mar”.

Un bagrecito se le acercó y le dijo : “Abuelo, yo también quiero conocer el mar”.

-¡Tu ¡

-Si abuelo. Bien muchacho, yo tenía tu edad cuando realice este gran viaje hacia el mar.

El viejo bagre enseño al bagrecito como debía realizar su viaje al lejano mar. El bagrecito partió aguas abajo. ¡ Tienes que volver ¡  le dijo, despidiéndolo el viejo bagre, quien era el único que sabía como era aquella aventura.

El bagrecito tenia pena por su madre, que preocupada de tanto buscarle le pregunto al anciano bagre : ¿ Ud. sabe dónde está mi hijo?

-No. Pero te puedo decir que no te aflijas. El muchacho ha de volver, seguramente ha salido a conocer mundo. Regresa a tu casa, él va a volver.

Mientras tanto el bagrecito continuaba su viaje y entro a un riachuelo mas grande, veía peces de toda clase y tamaño, pozas hondas y sonoras corrientes y el bagrecito seguía nadando.

Se alimentaba lamiendo las piedras o comiendo gusanillos.

-¡De lo que me escape! Se dijo. Temblando, porque en una poza casi muerde un anzuelo con carnada de lombriz, porque se acordó del consejo del abuelo:” Antes de comer,  fíjate bien en lo que vas a comer”.

Este incidente, le hizo reflexionar sobre los peligros que le amenazaban en su larga ruta, porque además de los pescadores con anzuelo, había las pescas con barbasco venenoso, con dinamita, con red, la voracidad de los Martin pescadores , de las garzas y de los peces grandes.

El bagrecito seguía su viaje rumbo al mar y distinguió un puente de madera por donde pasaban hombres y mujeres con paraguas y dijo estoy en una ciudad.

¡Ah! Mucho cuidado! Se dijo, llego a un gran rio, tuvo miedo, estaba indeciso y se metió con coraje en las fauces de ese rio. Las aguas eran turbias, peces gigantes pasaban junto al bagrecito, asustándolo y se dijo : No tengo otro camino , que seguir adelante.

Y recorrió centenares de kilómetros, entro a las aguas de otro rio más grande e iba sorteando las grandes corrientes. Y en un trecho de este rio bravo habían cerros de sal y comenzó a lamer esa sal durante una media hora, para luego reanudar su viaje con mayor impulso.

Avanzaba escuchando el estruendo de los malos pasos y se lanzó a este torbellino rugiente: 15 kms. de cascadas, peñas, aguas revueltas, pedrones, torrentes, rocas, el bagrecito choco con una roca, pero reacciono y al termino de estos malos pasos, el bagrecito quedo todo maltrecho, busco refugio  debajo de una piedra y se quedó dormido, cansado un día y una noche.

Luego se dio cuenta que había crecido, había cruzado tantos ríos, malos pasos y prosiguió su viaje.

Sin embargo, no muy lejos a la altura de un pueblo, cayó en la atarraya de un pescador entre sábalos y boquichicos, corvinas, palometas, lisas, pero el hijo del pescador lo cogió de las barbas y lo arrojo desde la canoa a las aguas como jugando.

De pronto escucho un rumor especial, que conmovía al rio, era una mijanada (avalancha de peces en migración hacia arriba) para el desove. Todo el rio vibraba con los millones de peces en marcha, el bagrecito se arrimó a una orilla fuertemente, contra el lodo hasta que paso el último pez.

Hasta que al fin llego a un nuevo rio, un coloso, era el Amazonas, el rio más grande de la tierra y que por él tenía que llegar al mar, porque el ya no daba sus aguas a otro rio.

“Debes tener mucho cuidado con los bosques” le había advertido el abuelo y el bagrecito pasaba distante de esos monstruos.

Durante varias horas le persiguió un pez de mayor tamaño que un hombre para devorarlo. El pobre bagrecito corría a toda velocidad de sus fuerzas, corría, corría hasta que encontró un hueco y se ocultó en él, de donde miraba a su enemigo que iba y venía y finalmente desapareció.

Mucho tiempo viajo por el rio más grande del  planeta, pasando frente a puertos, pueblos, haciendas, ciudades hasta que una noche con luna llena llego a la desembocadura.

¡El mar!  Se dijo el bagrecito, profundamente emocionado.¡ El mar! que lo veía como un transparente abismo verde.

Y pensó en el retorno a su riachuelito, se encontraba tan lejos, ahora tenia que surcar los ríos, lo cual exige mayor esfuerzo.

Y empezó su regreso, vencía todos los peligros, cruzo los malos pasos del rio aprovechando las crecientes y a veces, a saltos por sobre las rocas y pedrones que no estaban tapados por las aguas.

Hasta que al fin entro en  su riachuelito natal, cuando sintió sus caricias, beso las piedras de su cauce.

El bagre, loco de contento, nadaba en zigzag, de espaldas, de costado, se hundía hasta el fondo, sacaba sus barbas fuera del agua, moviéndolas en el aire.

Sin embargo, en su pueblo ya no encontró a su madre ni al abuelo. Nadie le conocía, todo era nuevo en el remanso del riachuelito.

Se dio cuenta, entonces que ya era anciano y en el fondo del pozo con su voz ronca solía decir orgullosamente : “ Yo conozco el mar. Cuando joven he viajado a él y he vuelto”.

Los peces niños y jóvenes le miraban y escuchaban con admiración.

Un bagrecito, tanto oírlo, se le acerco una noche de luna y le dijo : “Abuelo, yo también quiero conocer el mar”.

¿Tu?

-Si, abuelo.

-Bien muchacho. Yo tenía tu edad cuando realice esta gran proeza de ir a conocer el mar.

EL PERRO Y LA ACHIQUIN VIEJA


Alejo era un joven apuesto, querido y respetado en su pueblo, y fue así cuando llego una hermosísima mujer y todos los hombres intentaban conquistarla y ella a nadie hacia caso y Alejo decía a sus amigos que si se propusiera, en la conquistaría.

Y en una fiesta, Alejo , ya bajo los efecto del trago, dijo: Aura si, hare que me acepte como su enamorado y aposto una caja de cerveza y sus amigos le hacía barra. Cuando de pronto vio que un borracho le lapeo a la hermosa mujer y Alejo le dio una golpiza al borracho. Ella se acercó y agradeció a su defensor y empezaron a bailar, conversando animosamente. Alejo había ganado la apuesta.

Luego , dirigiéndose a sus amigos, les dijo : Muchachos, ella es Sonia y desde ese día no se separaban un solo instante. Pasó el tiempo y se casaron.

En el día, ella rehusaba comer algo y dormía hasta después del medio día, por las noches, el hombre tenía demasiado sueño y rápidamente se quedaba dormido profundamente. Ella, aprovechaba esto, se ponía un vestido negro y salía con rumbo desconocido todas las noches.

Después de un tiempo, Alejo comenzó a sospechar de su esposa y una noche se hizo el dormido y vio que su mujer se vestía de negro y salió de la casa. Alejo, pensó que su esposa le traicionaba y la siguió por horas.

Ella, lo que hacía era deambular por los alrededores del pueblo, como buscando algo y luego se dirigió al cementerio y comenzó con una palana que tenía escondida a cavar la tierra y luego saco del hoyo que cavo, un ataúd y comenzó su macabra tarea, comía el cadáver como si fuera un animal.

Todo esto, era observado por Alejo, sorprendido. Después, que comió el cadáver, retorno el ataúd a su lugar y lo tapo nuevamente.

Alejo regreso rápidamente a su casa y simulo que seguía durmiendo. Al día siguiente , a la hora del desayuno, el preparaba la comida y la llamaba, ella le decía que no tenía hambre, él se contenía de gritarle fuertemente que sabía su secreto, porque la amaba más que a su propia vida.

Al llegar la noche, nuevamente se hizo el dormido y luego la empezó a seguir, esta vez la vio cuando ella cogía entre sus manos a un perro que le ladraba y comenzó a devorar al animal, Alejo no pudo resistir esto y regreso a su casa muy asustado.

Al dia siguiente, a la hora del almuerzo, le llamo para que comiera algo, ella como siempre se negó, diciendo que no tenía hambre. Alejo amargo le dijo: “Que vas a tener hambre, si comes animales vivos y hasta cadáveres en el cementerio”.

La mujer cambio repentinamente de color, arrojaba al suelo todo lo que encontraba, fue a su habitación y regreso con una bolsita de la que extrajo una extraña sustancia que la arrojo contra su esposo Alejo diciendo : “ Conviértete en perro”.

Y al toque se convirtió Alejo en un perro, que tuvo que huir. Antes de hacerlo, escucho que la mujer se reía a carcajadas y le decía :” Ja, ja, ja, que estúpido que fuiste, no te distes cuenta de lo que realmente soy, ja,ja,ja. Soy una “achiquin”, mira mi real aspecto.

Efectivamente, al voltear Alejo ya convertido en perro, vio que su mujer se había transformado en una anciana de horrible aspecto, que sonreía, mostrando sus encías con algunos dientes podridos, otros afilados y faltándole muchos y u nariz parecía un pico de loro.

Y le gritaba , a la vez que le perseguía: Te comeré y así acabare contigo. Que te costó quedarte dormido y continuar viviendo conmigo. Empecé a amarte verdaderamente como nunca, pensé hacerlo en todos los siglos de mi existencia.

Y el perro se arrojó por la ventana y echo a correr por la calle, la malvada mujer le perseguía, hasta que lo perdió de vista. Luego, cansado el perro, se acostó en la puerta de una casa comercial y el dueño le vio y le tiro un pan, el perro no lo comió, hicieron pasar al perro a la casa, le dieron un hueso, tampoco lo comió, luego le pusieron en la mesa un plato de comida y ahí el perro se sentó en la silla, se hizo la señal de la cruz y oro, enseguida comió todo lo que le sirvieron. Y así el perro hacia todos los mandados que le encomendaban sus amos.

Los clientes se sorprendían al ver al perro dar vuelto perfectamente. Separaba las monedas y con el hocico les entregaba la cantidad correcta y así la fama del inteligente perro se extendió rápidamente.

Hasta que un día, llego un empresario de circo para comprar al animal y los amos le dijeron que no está en venta, que era como un hijo para ellos.

Así que el empresario contrato dos delincuentes para que robaran al animal y así lo hicieron, luego empezó a trabajar en el circo demostrando su inteligencia.

Hasta que llego un ganadero de la zona, Pascual Tapullima que quería comprar al perro  por su bravura e inteligencia, pero no lo querían vender.

Desde allí el perro no comía nada y empezó a enflaquecer. Un día el ganadero llevo a su hija a conocer al perro, la niña se compadeció del perro viéndole tan flaco y le ofreció un pan y el perro comió.

El ganadero triplico la oferta y el empresario le vendió. Desde aquel día el perro fue inseparable amigo de la niña.

Hasta que un dia llego un brujo camalonguero, parecio adivinar la verdad del perro y hablo con el ganadero, diciéndole :” Don Pascual, yo creo que este animal no es un perro, parece ser el producto de un encantamiento.

A ver ¿ Cómo es eso? Pregunto intrigado el ganadero.

Mire Ud. conocí muchos casos como el que le hablo. En algunos pueblos de la selva existen las “achiquinas”, que son viejas que se alimentan de carne humana, si no lo pueden conseguir, se conforman con comer animales y por ultimo hasta desentierran los cadáveres del cementerio para comerlos como un manjar exquisito.

Creo que estas delirando Gerónimo, tanto tomar camalonga, te estas volviendo loco. Esos cuentos solía contarme mi abuelo. “Achiquinas” en este tiempo.

Bueno, allá Ud. si no me cree, pero yo puedo volver a su estado original al perro.

Vete a freir monos en sartén de palo y ven otro día que no estés borracho. El perro se acostumbró tanto a su ama que parecía enamorado de ella. No permitía que nadie se le acercara y hasta dormía en su habitación.

Un dia , llego a casa, el enamorado de la chica, quiso abrazar a su prometida y el perro se abalanzo contra el que consideraba su rival y le mordió en todo el cuerpo, luego le atraparon y le ataron, desde ese momento se negó a comer y enflaqueció nuevamente.

Volvió a insistir el brujo. Se lo dije don Pascual, no es un perro, es un ser humano encantado. Luego al quedar el ganadero solo, reflexiona : Y si fuera cierto que es un ser humano encantado. Bueno, voy a soltarle, a ver que es lo que hace. Soltó al animal y corrió en dirección al rio. El ganadero comenzó a seguirle acompañado de sus peones.

Y en el rio, en un pozo, se bañaba Rosita y en la orilla se bañaba el prometido que no sabía nadar. En ese momento, ella grito : Auxilio, me dio calambre, ayúdenme, me ahogo. El muchacho no sabía qué hacer y empezó el también a pedir auxilio.

De pronto, apareció el perro y se lanzó al agua, llegando al lado de la joven que se estaba ahogando y logro arrastrarla hasta la orilla, salvándola de una muerte segura.

Su padre había visto la valerosa acción del animal y allí comprendió que el brujo tenía razón y envió a que le buscaran, hasta que se presentó

Cóbrame lo que sea, pero vuelve a su estado normal a este perro. El brujo llevo al perro a su casa, acompañada de Rosita. En su casa, ya el brujo cantaba y esparcía por toda la vivienda el humo de un brasero con aromáticas fragancias, hizo un preparado con extrañas sustancias y dio de beber al perro.

Automáticamente se produjo el cambio, se convirtió en hombre , era Alejo. El brujo le dio un pantalón y una camisa y les conto todo lo que había sucedido y que la “achiquina” vivía en su casa y no sabía, el que hacer.

El brujo, le dijo : Te daré una sustancia que la convertirá en “runa mula”, cuando la veas, no dejes que te diga nada y arrójale a la cara, diciéndole : “ Conviértete en runa mula”.

Bueno, Rosita, me voy a mi pueblo, gracias por tu comprensión a ti y a tu padre. A ti, camalonguero, nunca olvidare lo que hiciste por mí.

Llévame contigo Alejo, le dijo Rosita, estoy enamorada de ti y jamás podre vivir sin ti. Y así ilusionados emprendieron camino hacia el pueblo del joven, al llegar se dirigieron a su casa, la chica toca la puerta, la “achiquina” salió sin sospechar nada.

Allí se hizo presente Alejo, que no le dio tiempo a reaccionar, le arrojo a la cara la sustancia y repitió las palabras que le enseño el camalonguero y se transformó en una hermosa mula negra que emprendió veloz carrera jineteada por un extraño ser de baja estatura que le latigueaba.

Alejo y Rosita se casaron. Pronto quedó embarazada la joven, hasta que llego el día del parto, el esperaba nervioso en la sala de espera, hasta que salió cabizbajo el médico.

¿ Que es doctor, varón o mujer? Pregunto ansioso Alejo. Ten valor y acepta los designios de Dios, hijo, tienes que resignarte: Tu esposa e hijo han muerto.

Esto fue un golpe emocional para Alejo, que hasta hoy no se repone. Vendió su casa y se dedica a tomar y tomar. Pobre Alejo, tan ilusionado que estaba de tener un hijo y los perdió a los dos.

¿ Habrá sido la maldición de la “achiquina vieja” ?

Que opinan Uds. amigos lectores.

Así que cuidado con la “achiquina vieja” que esta por algún lugar de nuestra selva.

Carlos Velásquez Sánchez