Los montaraces en plena selva es cuchan los sonidos más extraños y pueden apreciar las visiones mas raras en sus barbacoas sobre los árboles donde esperan a los animales silvestres.
En una noche con luna llena, después de un buen sueño, un motaraz apodado “Picho Frío”, le despertó a las 2.00 a.m. una potente luz como si fuera un faro, se quedó sorprendido, pero poco a poco volvió en sí y se quedó mirando la luz que no se movía, las horas pasaban hasta que aparecieron los primeros rayos solares, lo que aprovechó Picho Frío, para acercarse a ver lo que le había alumbrado tan pòtente en la madrugada y se encontró con una luciérnaga gigante de los que suelen habitar en lo más profundo de nuestra selva amazónica.
Picho Frío, después de esa experiencia, nunca más fue a montear y hasta ahora que tiene la cabellera blanca y el caminar lento, sigue pensando en la luciérnaga gigante, cuya luz le dio tanta energía y buena suerte que dejó Juanjuí y hoy radica en la ciudad de Lima, feliz con la compañía de todos sus familiares, dinero no le falta, mujeres tampoco, pero, la edad, ya no le da esa actividad sexual de antaño, pero eso no le importa.
El tiempo pasa y pasa y jamás nadie le escuchó hablar de una luciérnaga gigante, tampoco conocí a un ser humano con tanta buena suerte como Picho Frío, todo según él , por la energía positiva de la luciérnaga gigante y recuerda que al emprender el vuelo sonaba como un avión de aquellos que pasan por la selva, saludando la belleza y riqueza natural de un secreto que solo la imaginación del hombre lo puede describir.
Y solo las madres, padres de las plantas y animales silvestres lo conocen, que con las dietas rigurosas son revelados a los vegetalistas y a los brujos, quienes tienen que conocer bien la dosificación que lo van aprendiendo en el camino, pero dejando muchas personas sanas, como también muchas víctimas, según ellos porque dietan el sexo, el ají, la manteca de cerdo, la sal y lo más riguroso, dejar de recibir visitas.
Pero lo que sí, es que llama la atención que ningún profesional o sector se ha encargado de realizar un trabajo estadístico de los resultados obtenidos de las personas que se sometieron a los tratamientos de medicina natural.
La luciérnaga gigante será ¿una fantasía o realidad? o a lo mejor ha sido lo que originó la “Leyenda de la Lamparilla”, total, eso no importa a Picho Frío ni a su familia, porque viven felices con la cantidad de dinero que ganan, el cual se incrementa con los juegos y según dicen sus familiares que el vejez no necesita luz por la noche, porque sólo se alumbra y por lo tanto toda su familia heredó las cargas positivas de la luciérnaga gigante o sea la “lamparilla”.
Carlos Velásquez Sánchez
En una noche con luna llena, después de un buen sueño, un motaraz apodado “Picho Frío”, le despertó a las 2.00 a.m. una potente luz como si fuera un faro, se quedó sorprendido, pero poco a poco volvió en sí y se quedó mirando la luz que no se movía, las horas pasaban hasta que aparecieron los primeros rayos solares, lo que aprovechó Picho Frío, para acercarse a ver lo que le había alumbrado tan pòtente en la madrugada y se encontró con una luciérnaga gigante de los que suelen habitar en lo más profundo de nuestra selva amazónica.
Picho Frío, después de esa experiencia, nunca más fue a montear y hasta ahora que tiene la cabellera blanca y el caminar lento, sigue pensando en la luciérnaga gigante, cuya luz le dio tanta energía y buena suerte que dejó Juanjuí y hoy radica en la ciudad de Lima, feliz con la compañía de todos sus familiares, dinero no le falta, mujeres tampoco, pero, la edad, ya no le da esa actividad sexual de antaño, pero eso no le importa.
El tiempo pasa y pasa y jamás nadie le escuchó hablar de una luciérnaga gigante, tampoco conocí a un ser humano con tanta buena suerte como Picho Frío, todo según él , por la energía positiva de la luciérnaga gigante y recuerda que al emprender el vuelo sonaba como un avión de aquellos que pasan por la selva, saludando la belleza y riqueza natural de un secreto que solo la imaginación del hombre lo puede describir.
Y solo las madres, padres de las plantas y animales silvestres lo conocen, que con las dietas rigurosas son revelados a los vegetalistas y a los brujos, quienes tienen que conocer bien la dosificación que lo van aprendiendo en el camino, pero dejando muchas personas sanas, como también muchas víctimas, según ellos porque dietan el sexo, el ají, la manteca de cerdo, la sal y lo más riguroso, dejar de recibir visitas.
Pero lo que sí, es que llama la atención que ningún profesional o sector se ha encargado de realizar un trabajo estadístico de los resultados obtenidos de las personas que se sometieron a los tratamientos de medicina natural.
La luciérnaga gigante será ¿una fantasía o realidad? o a lo mejor ha sido lo que originó la “Leyenda de la Lamparilla”, total, eso no importa a Picho Frío ni a su familia, porque viven felices con la cantidad de dinero que ganan, el cual se incrementa con los juegos y según dicen sus familiares que el vejez no necesita luz por la noche, porque sólo se alumbra y por lo tanto toda su familia heredó las cargas positivas de la luciérnaga gigante o sea la “lamparilla”.
Carlos Velásquez Sánchez
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