En la ribera
de un cristalino rio, afluente del caudaloso rio Ucayali, se extiende al margen
de una de sus orillas, un pequeño pueblo olvidado Huayracaspi, que durante más
de un siglo de existencia nunca figuro en el mapa de ese Departamento. Su
población nativa y mestiza se dedica por tradición a la caza, pesca y una
incipiente agricultura.
Aquí en este
empobrecido, pero bello paraje amazónico, trabajo por más de 30 años
consecutivos una vieja maestra, ocupando la única plaza unidocente de este
pueblito. Esta abnegada maestra dedico su vida hasta sus últimos años a enseñar
a los niños de esta postergada Comunidad, logrando alfabetizar a toda la
población sin más apoyo que su recia vocación de educadora.
Doña Rosa
Shupingahua, natural del Departamento de San Martin, recordada hasta la fecha
con el sobrenombre de “Rosa Picsha”(Rosa bolsa) apodo que le otorgaron sus
colegas profesores de Pucallpa por su avanzada edad y su arrugado rostro. Se
envejeció en la docencia de aquel pueblo ucayalino donde se inicio en la
heroica tarea magisterial.
Doña Rosa
Picsha trabajo con muchas limitaciones. Su escuela era un desprotegido tambo
con techo de palmera, carecía de material didáctico y mobiliario. Nunca recibió
ayuda de las Instituciones del Sector Educación, a pesar de que ella
constantemente cursaba documentos dando a conocer sus necesidades. Su solicitud
era muy justificada, pero jamás fue atendida por la Supervisión de Educación
con sede en Pucallpa, ciudad de donde dista 10 días de viaje, surcando el rio
Ucayali hasta el pueblo donde ella enseñaba.
Doña Rosa
Picsha cansada de las formalidades y de recibir falsas promesas de ayuda, se le
ocurrió una genial idea y dentro de la documentación de fin de año, que obligatoriamente
tenía que hacer llegar a la Supervisión
de Educación, adjunto un Inventario de Bienes, incluyendo el número de alumnos.
El
Supervisor de Educación después de leer detenidamente el documento, hizo llamar
a doña Rosa Picsha a través de un memorándum, ordenándola que al término de la
distancia se presente a su despacho, en donde el Supervisor preparo una severa
llamada de atención, considerando que el documento en mención constituye una
falta de respeto a su alta dirección.
Doña Rosa,
conservando la serenidad, explico al Supervisor que durante mucho tiempo venia
solicitando apoyo para mejorar los servicios de su escuela y que por fin con
este documento ha sido escuchada y el hecho de haberla llamado a su despacho
constituye un gran logro de ella y si le permite puede traducir el documento a
los términos del idioma español, si es que no entiende el lenguaje amazónico.
Como era de
esperarse, al año siguiente doña Rosa Picsha logro su objetivo y dio inicio a
sus clases en una escuela decorosa con nuevas carpetas y moderno material
didáctico, digno de todos los niños peruanos por más distante que se encuentren
las Comunidades donde viven.
Inventario General del
Centro Educativo de Huayracaspi
Bienes Estado de
Conservación
Traducción
Un salón de clases
Cusnipucho
Casa vieja
Diez carpetas Manavalques que no sirve
Una pizarra Racracha
malograda
Una mesa Talac
talac
por
desarmarse
Una escoba tisha tisha
despeinada
Un cantaro Micu micu despostillado
Una bandeja chulla jeta
bordes quebrados
Una bandera randa randa roto
Un mantel sira sira
remendado
Dos libros paiche
pango
muy usados, viejos
20 alumnos poshecos, buchisapas y patacalas.
20 alumnos pálidos ,barrigones y descalzos.
Carlos Velásquez Sánchez
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