Por los años 1,700 , tribus amazónicas se habían asentado en Cocha
Huañushca, que era muy temida por los nativos y por la existencia de una boa
gigante o yacumama (madre del agua) y este temor se rompe cuando llegaron los
españoles al pueblo, don Gaspar López Salcedo y Pedro Vásquez, quienes
reubicaron a la población indígena de la quebrada Chocho y la quebrada
Juanjuicillo hacia Atun Pampa, al margen del río Huallaga y allí se fundó la
ciudad de Juanjuí, de allí esta población fue creciendo y se pobló en las
cercanías de Cocha Huañushca.
La Cocha Huañushca tenía sus aguas cubiertas de algas, en sus riberas había
árboles frondosos. Todo el mundo tenía miedo sobre lo que habitaba en el
interior de la cocha. Cuentan que cuando se acercaban a pescar y a cazar,
empezaban los temblores, la coha reventaba, empezaba a soplar vientos fuertes y
llovía, los cazadores se aterraban y tenían que salir corriendo de ese lugar,
los árboles comenzaban a caer tras ellos.
Cada vez que había fuertes lluvias, esta cocha rebalsaba casi todo Juanjuí,
muchos suponían que esta cocha tenía “madre” y su madre era una yacumama que
siempre merodeaba por esos caminos y los pobladores le pusieron el nombre de
COCHA HUAÑUSHCA que quiere decir AGUA MUERTA.
Los pobladores comenzaron a tener un poco de recelo sobre este lugar por
las cosas misteriosas que pasaban y cuentan que unos pobladores encontraron en
un camino cerca a la cocha un tronco inmóvil de dos metros de altura y veinte metros de largo y
su cuerpo estaba cubierto de algas y hierbas.
Los pobladores dijeron: ¡Como si no ha llovido, ni ha crecido la quebrada
para que este tronco haya amanecido aquí.
¡Qué raro! Y todos se hacían esa pregunta cuando pasaban por allí.
Y al amanecer los pobladores volvieron a sus chacras como de costumbre y la
curiosidad estaba en el tronco, pero se dieron con la sorpresa de que no
encontraron nada. Solo encontraron flemas por todo el lugar y ellos siguieron
esa flema, ya que había hecho un camino hasta llegar al río Huallaga.
Los pobladores comenzaron a decir que el yacumama de la Cocha Huañushca se
había ido por el río Huallaga.
Oliver Tarazona Vela
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