(Francisco Izquierdo
Ríos)
Zenón
ayudaba a su padre a pescar. El cordel del anzuelo llegaba desde el río a la
choza, era un grueso cordel de hilo semejante a los que se usan para amarrar
caballos, con un anzuelo grandazo que llevaba como carnada un pollo entero.
El padre
de Zenón arrojaba el anzuelo en una poza profunda del río y extendía el cordel
por sobre las ramas bajas de los árboles
hasta la puerta de su choza con una pequeña lata confeccionada como
timbre al extremo.
El
tintineo de esa lata anunciaba la caída de un pez y entonces padre e hijo
corrían al río y sacaban la presa de las aguas enormes peces más grandes que un
hombre.
De
cualquier sitio de la chacra era oído el tintineo de la lata.
A veces a
la medianoche sonaba la lata y Zenón era el primero en escucha el aviso y despertaba
a su padre.
El ayudaba
a su padre a jalar el cordel, era apenas un niño de nueve años, pero muy
vivaracho y valiente.
Un día sus
padres se fueron al pueblo a hacer compras, recomendando a Zenón que no se
moviera de la choza.
Su padre
enrolló el cordel del gran anzuelo y lo colocó en un rincón. Pero el muchacho
tan luego que sus padres se fueron, decidió ir s pescar en el río con su
pequeño anzuelo de caña.
¿Llevaré a
mi perro? Se preguntó Zenón, mejor será que no – se contestó. Porqué me
molestará y amarró a Otorongo, que así se llamaba su perro a un horcón de la
choza.
Llevaré a
la carabina, pero no mejor no, porque pesa mucho, también no llevaré a la
cerbatana.
Y después
de sacar lombrices para a carnada, cavando con su machete en la tierra húmeda
de la chacra, se fue en busca de un sitio apropiado para pescar.
Y Zenón
estaba pescando una regular cantidad. Tenía una gran sarta de pescados y ya era
de volver.
Enroscó su
sedal en la caña y caminó de regreso, de pronto se dio cuenta de que le perseguían
unos caimanes, Zenón se trepó como un mono a un árbol, hasta que se acordó que
esos animales le tenían pánico al tigre e imitó el rugido del tigre y los
caimanes se tiraron al río desapareciendo en sus aguas
Zenón
sonriendo bajó del árbol y con la sarta de pescados regresó a su choza.
Muchas gracias por el cuento, me sirvio de gran ayuda
ResponderEliminargrxs :v
ResponderEliminar:v
ResponderEliminarV
ResponderEliminarPorque el cuento no está completo
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