(MUJER
LUNA)
Reydelinda
se bañaba en el río con sus cuatro hermanitos
El
caluroso anochecer estaba iluminado por una luna llena que invitaba a
refrescarse, por lo que Reydelinda no dudó en llevarse a los niños monte
Adentro, donde les esperaba una pileta natural formada por grandes rocas.
Mientras
sus hermanos chapoteaban en el agua, ella subió a una piedra para peinar su
larga cabellera.
Los chicos
erran hijos del Apu Nahwiri Pizango que dirigía
comunidad Shawi. Por ese motivo del descubrimiento del felino causó tal
revuelo en el poblado, que la noticia corrió como un reguero de pólvora por
toda la zona de Papaplaya. Esa noche en el río la algarabía de los pequeños,
contrastaba con la tristeza de su hermana mayor quién pensaba en Nurubé Huansi,
el hombre al que dejó plantado una semana antes de su boda.
Cuando
todos los preparativos estaban listos para la boda, una súbita intuición la
obligó a cancelar su matrimonio.
Sin dar mayores explicaciones
salvo a su madre y al novio, Reydelinda puso punto final a su historia de amor.
La noticia
generó en el pueblo una ola de rumores y Pizango estaba dolido por este
misterioso cambio de rumbo que tomó su hija.
Ella aún
lo amaba, pero él ya no era la misma persona y llorando se lo contó a su madre.
La mujer le aconsejó que lo pensara bien.
Cuando se
armó de valor para comunicarle a su prometido su decisión, la reacción de éste
fue terrible y furibundo prometió vengarse.
Con su
violenta actitud, la joven terminó confirmando sus sospechas, su intuición no
le engañaba, él se había transformado en alguien irreconocible.
Nurubé era
tres años mayor que Reydelinda, sin embargo crecieron juntos, desde niños
jugaban e iban a la escuela bilingüe.
Al llegar
a la pubertad se volvieron inseparables, los dos se preocupaban por los
problemas de su pueblo, eran muy amables con todos , ayudaban a los niños en sus tareas escolares, atendían a los
ancianos si lo requerían, participaban en las labores agrícolas y pesca de la
comunidad.
Fueron
años maravillosos para la comunidad shawi de Santa Sofía.
Pronto
surgió el amor entre ambos y nadie se sorprendió cuando anunciaron el
compromiso.
El con su
porte de guerreo parecía tener la fuerza necesaria para defender a su pueblo de
un ejército. Ella con su voz dulce cantaba a los niños y su anhelo era ser
maestra de escuela.
El agua
der río Huallaga seguía refrescando a los niños que esa noche jugaban sin
parar.
De pronto
Reydelinda c reyó escucha a lo lejos entre el silbido de las hojas una popular
canción shawi SANAPI YOQUI, una canción que le dedicó Nurubé, el día que pidió
su mano.
Buscó en
el matorral, de dónde provenía esa canción, pero en medio de las sombras lo
único que vio fue una mirada felina o sea los ojos del yanapuma.
Sin darle
tiempo a reaccionar, el animal dio un salto ligero, apareciendo muy cerca de
donde se bañaban.
Los niños
dieron un grito ensordecedor, tan agudo que el murmullo lejano del pueblo de
Santa Sofía calló de golpe.
Rey atrajo
a los niños hacia ella, instándoles a permanecer en silencio mientras el puma
negro tan negro como la noche oscura, exploraba la forma de llegar a ellos y
dar el zarpazo final.
Parecía
que la muerte estaba echada para los chicos y solo esperaban que el yanapuma
entrara al agua.
Sin
embargo un arbusto de floripondio que estaba a unos metros distrajo al felino.
Rey y sus
hermanos vieron como el puma jugaba dando manotazos a la planta y comenzó a
comer las flores blancas.
No pasó
mucho tiempo para que el efecto alucinógeno del floripondio se hiciera
presente.
El felino
comenzó a retorcerse con una mezcla de placer y dolor, giraba sobre la hierba
de un lado a otro, con visiones que el solo podía ver.
Fue en ese
momento, que los niños aprovecharon para huir hacia la comunidad nativa,
dejando atrás la amenaza que estuvo a punto de quitarles la vida.
Un año
ante de esa noche de luna llena, Santa Sofía comenzó a sufrir infinidad de
atropello en sus tierras.
Primero
fueron unos madereros que utilizando grandes motosierras, comenzaron a talar
los árboles de las chacras muy alejadas de la Comunidad.
Todo el
pueblo se unió para expulsarlos y los
capturaron, los saqueadores fueron obligados a irse con las manos vacías, no
sin antes recibir como escarmiento sendos latigazos.
Un día los
jefes de las comunidades aledañas de Santa Rosa y San Manuel de Nashatauri,
llegaron sin previo aviso a Santa Sofía.
Nahuel
Maarichi con Odilio Yumbato llamaron a la vivienda de Pizango, solicitando una
audiencia urgente con el padre de Reydelinda.
Pizango no
se encontraba en el pueblo, estaba de viaje. Los visitantes les dijeron a los
muchachos que volverían pronto con los jefes de otras comunidades Shawi, para
tratar un asunto de suma gravedad.
Pasaban
los días y la esperada reunión se llevó a cabo de acuerdo a lo previsto: Mariche,
jefe de Santa Rosa, Yumbato jefe de San Manuel de Ñashatari, cumplieron el rol
de coordinadores, trasladando a los demás jefes hasta Santa Sofía.
Llegaron
los Apus de los Centros Poblados de Santa Rosa de Alto Shambira,Nuevo Nauta,
Nuevo Alianza, Pijuayal, Nuevo Pizana y Nuevo San Martín.
Allí los
esperaba Pizango con la comunidad en pleno, las mujeres llevaban flores en el
pelo y los varones se arreglaron con sus mejores atuendos.
Después
der ña bienvenida, Pizango llevó a los hombres hacia a una maloca alejada del
pueblo para comenzar la reunión.
Pizango le
hizo participar a Nuribé, les dijo a los jefes que el joven muy pronto sería su
yerno, por lo tanto era necesario que apoyara en las decisiones de la comuna y
nadie se opuso.
Rey
también quiso ir, pero su padre le dijo que era una reunión de hombres.
Comenzó
hablando Isidro Chanchari, apu de Santa Rosa de Alto Shambira quién estaba muy
afectado por el tráfico de tierras que venían sufriendo en el Distrito de Pongo
del Caynarachi.
Nuestras
Comunidades Nativas no tienen Títulos de Propiedad, estamos en posesión de
nuestros territorios ancestrales, pero solo tenemos reconocimiento legal.
No es
justo que las tierras estén valoradas en 80 céntimos cada Há.
Me ha
llegado esta notificación, Isidro mostró un papel arrugado. Hay buna Empresa
Coreana “Ecoamérica” que está reclamando 72,654 Hás. de nuestro territorio a un
Juez de Yurimaguas.
Cuando
dijo esto, el silencio de los demás hombres se rompió. Comenzaron los
sentimientos de enojo y súbitamente el miedo se apoderó de todos.
Pizango
los trató de calmar, pero los cuchicheos no cesaban debido a la desconcertante
noticia que acababan de recibir.
Y Nurubé
con habilidad les controlaba, hablándoles con tanta afinidad, que todos los
jefes le quedaron mirando.
A pesar de
su juventud mostró una soberbia seguridad.
Contó de
que sueño era de que los pueblos shawi es tuvieran unidos no solo cuando
existan problemas.
Pizango lo
quería como un hijo, por eso no dudó en apoyarle cuando planteó la creación de
la Federación Regional Indígena Shawi , para hacer respetar los derechos de las
Comunidades.
Cuando
terminó de hablar, los apus sorprendidos vieron en él la reencarnación de su Dios convertido en
piedra: Kumpanamá.
Los apus y
comuneros aceptaron el Plan de Pizango.
En uno de
esos viajes a participar en reuniones con los apus, Nurubé conoció a Isael
Mijahuanca, un brujo de Chazuta que lo invitó a una sesión de ayahuasca.
Le dijo
que él solamente obsequiaba el brebaje a personas que lo merecían.
Isael era
muy respetado y temido, sus curaciones eran milagrosas, pero se murmuraba que
sus maleficios eran mortales.
Cuando lo
familiares de Nurumbé, se enterarron de que estaba frecuentando al brujo, no
estuvieron de acuerdo debido a su popularidad por practicar estas artes
oscuras.
Rey
comenzó a notar los primeros cambios en su novio, se volvió dominante y le
notaba con signos de ambición por su liderazgo entre los shawis.
El brujo
buscaba un heredero al cual transmitirle sus poderes y había encontrado en
Nurumbé el candidato ideal.
El brujo
astutamente le había convencido diciéndole que la mejor manera de luchar contra
los explotadores de tierras era a través de los poderes mágicos.
Para lo
cual, ambos se internan durante dos meses en el monte, con el fin de purgarlo e
instruirlo en el ocultismo.
Todos en
Santa Sofía estaban intrigados con la desaparición del muchacho, incluso
algunos pensaban que ya no volvería.
Su familia
era la única que sabía dónde se encontraba, pero advertidos por Nurumbé no
revelaron el secreto.
Cuando
regresó fue recibido con algarabía por el pueblo y pocos advierten su
transformación, se le veía fiero, con el rostro adusto, su piel había adquirido
u bronceado inusual, estaba convertido en todo un hombre.
Fue en ese
momento que Rey decide cancelar la boda. Cuando estaban los dos solos, no podía
recocnocerlo, parecía que se había convertido en otro hombre.
El
liderazgo de Nurumbé siguió en aumento, cada vez más aguerrido, en el pueblo lo
comienzan a ver como un salvador, incluso se oyen rumores malsanos en contra de
Pizango.
En una de
esas reuniones, persuadió a los jefes apus para invitar a los representantes de
le Empresa Coreana a una reunión en Santa Sofía.
Les
propuso preparar una cena y llegar a un acuerdo sobre el litigio.
Los
invitados de Eco América, dos funcionarios y un abogado llegarán a la Comunidad
cerca de las 7.00 p.m.
Los jefes
apus los recibieron con frialdad, pero con cortesía en las instalaciones de la
Escuela.
En una
rápida acción aquí aprisionó a los hombres, sin que se dieran cuenta, pero
antes había hecho salir a los jefes.
Los apus
fueron llevados por el muchacho a la casa de Pizango, advertidos de no salir de
ahí y ni se imaginaban lo que iba a ocurrir.
Nurumbé
desapareció en las sombras de la noche.
Los tres
hombres, al advertir que fueron abandonados en la escuela, intentaron salir pero no podían.
La
comunidad se había quedado a oscuras, porque un apagón llenó de sombras el
lugar.
Por fin se
dieron cuenta que la invitación había sido una trampa, se miraron inquietos y
llamaban a Pizango pidiendo auxilio.
Luego
lograron divisar en medio de las tinieblas unos ojos rojos como llamas, era el
yanapuma que los miraba desafiante.
Y fueron
brutalmente atacados, uno a uno los tres hombres murieron por certeros
colmillos que se incrustaban en sus cuellos.
Todo el
pueblo escuchó los gritos desgarradores provenientes de la escuela y por temor
nadie se atrevió a salir de sus casas. Fue una masacre.
El puma
negro después de matarles se comió sus cerebros. Algunos pobladores lo vieron
salir de la escuela velozmente dejando en su caminar huellas de sangre, luego
desapareció en la espesura de la selva.
Alumbrados
por alcuzas, Pizango y los demás jefes corrieron a verificar lo ocurrido, el
lugar estaba hecho una carnicería, desperdigados por el patio del colegio los
hombres yacían desfigurados.
Buscaron a
Nurumbé, creyendo que él también podría estar herido, pero no lo encontraron.
Pizango
estaba muy alterado con lo ocurrido, no tenía palabras para expresar lo que
significaban estas muertes en su Comunidad y podrían acusarlo de asesinato.
Después de
comprobar que toda la población no había sufrido daños, dio una orden de dar
con el paradero del animal y matarlo, no importaba el precio que costara, él
pagaría por la cabeza de la fiera.
Rey le
dijo a su padre que el animal era el mismo que le atacó a ella y a sus hermanos
en el río.
Esa misma
noche se armó un escuadrón que daría muerte al yanapuma.
Todos los
hombres del pueblo, prepararon lanzas, machetes, algunos cargaron rifles con
municiones para peinar toda la zona.
Antes de
salir, el viejo chamán del pueblo les advirtió que la única forma de matar a un
yanapuma era con una lanza o bala que apuntara directo a su corazón.
Fueron más
de 50 hombres armados que se internaron en la selva.
Caminaron
durante horas, bordeando el río, soportando picaduras de insectos y
exponiéndome a la mordedura de las víboras y no había señales del animal.
Pizango e
Isidro Chanchari con su grupo encontraron a la bestia, lo vieron revolcándose
en la hierba de una forma juguetona y la fiera no advirtió la presencia de los
hombres.
Se
hicieron señas entre ellos para acorralarlo, Pizango tenía el rifle cargado así
que apuntó directo a su corazón como les dijo el chamán,
Estuvo a
punto de apretar el gatillo, cuando de pronto los ojos rojos del yanapuma lo
avistaron.
Fueron
segundos de tensión, el apu sintió que el animal lo miraba de una forma suplicante.
Cerró los
ojos para no dejarse cautivar por esa fascinante mirada, disparó y se oyó un
roñoso maullido.
Los
hombres de los otros grupos que estaban esparcidos por toda la zona, corrieron
para ver lo ocurrido.
Grande fue
su sorpresa cuando encontraron en lugar del yanapuma a Nurumbé muerto de un
certero balazo en el corazón.
Nadie en
toda la zona de Papaplaya, Santa Sofía y lugares colindantes no creían lo
sucedido.
Algunos en
el pueblo pensaron que fue una equivocación, que mataron al muchacho por
accidente.
La noticia
no sorprendió a Reydelinda, ella si estaba segura que el yanapuma era Nurumbé
Huansi, si, el hombre al que amó y que pagó con su vida su desmedida ambición.
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