lunes, 12 de agosto de 2013

E L B A R B U S H O


Había una vez un chacarero muy trabajador, que todos los días iba a su chacra a cultivar y aparecía a almorzar a las 12 del medio día, luego de come regresaba a la chacra.

El tenia en su choza bastantes plátanos maduros y así vivía trabajando. Hasta que un día se halla con la sorpresa de no encontrar preparado su almuerzo, pasaban los días e igual no encontraba su comida.

Hasta que un día dijo :”Voy a pescar a mi mujer, creo que esta maldita me está sacando la vuelta. Me está poniendo los cuernos.

Y era cierto, porque su mujer le estaba sacando la vuelta con tres enamorados. Uno de los enamorados  se llamaba “Barbusho”,el otro se llamaba “Uno y Otro “y el ultimo se llamaba “Siquiera Uno”.

El humilde campesino trabajaba ya con esa idea de que no encontraba a su comida preparada, ni a su “chapo” preparado, a pesar de que el tenia bastante plátano maduro.

Y dijo :”Hoy volveré temprano, de repente hay algo, pero no creo que mi mujer me haga esas cosas”.

Luego llego a su casa antes del mediodía y su mujer en esos instantes se encontraba con sus tres enamorados y vieron como se iba acercando el marido campesino.

El que se llamaba Barbusho y el que se llamaba Uno y Otro subieron al terrado donde estaban los plátanos maduros y el que se llamaba Siquiera Uno se había escondido detrás de la puerta.

Hasta que entro el marido a la casa y le dijo a su mujer:” Mi amor, hay que comer. Y ella le dijo :” No hay nada marido mío”.

Entonces el marido dijo:”· Voy a subir al terrado a traer maduro para que me hagas a mi chapo” y la mujer le dijo:” No subas marido mío, yo voy a subir”, a la vez que le acariciaba a su marido.

Y la mujer agarro la escalera, empezó a subir y el marido que estaba sosteniendo la escalera para que su mujer no vaya a caer.

Pero resulta como el marido había llegado de improviso, la mujer no tuvo tiempo de ponerse su “bombacha” (calzón) .

Por eso, cuando su mujer iba subiendo al terrado a sacar los maduros, el marido vio que su mujer estaba sin bombacha y le dijo a ella:”Ya le he visto a tu barbusho”, el enamorado que se llamaba Barbusho, pensando que el marido ya le había visto, se arrojo del terrado asustado empezando a correr.

El marido viendo esto le dijo a su mujer:” Así que tu estas con uno y otro y el enamorado que se llamaba Uno y Otro también salto del terrado asustado y corrió.

El marido rápidamente agarro su escopeta y dijo :” Ahora voy a matar siquiera uno y el otro enamorado que se llamaba Siquiera Uno salió detrás de la puerta y empezó a correr.

El marido comenzó a correr tras ellos disparándoles.

Moraleja : Hay muchos hombres que permiten que sus mujeres estén ociosas en su casa. Hay que dejarlas con trabajo y apoyen en la chacra.

Carlos Velásquez Sánchez

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