Dos nativos
habían ido de caza al interior de la selva, en donde los animales y las aves
son mansas y abundantes, porque no son lugares frecuentados por los cazadores.
Se les presentaron manadas de huanganas y de monos y cada cual siguió tras de
sus presas, el menor de los nativos, un muchacho de 15 años, miraba siempre a
su compañero por temor de perderse y se tranquilizaba al constatar que los dos
iban juntos.
Cuando los
ruidos de la manadas callaron, perdidos en la lejanía, los nativos decidieron
regresar, el pequeño fue a juntarse con el mayor para que le protegiera, pero
grande fue su sorpresa al ver cerca de si, no a su compañero, sino a un tigre
vestido de nativo, vestía una cushma blanca desde la cintura para abajo y negra
de la cintura para arriba y sobre su cabeza llevaba una gorra negra.
Aquel ser
fantástico y feroz asusto al joven, pero creyó que había sido conocido del
nativo.
El tigre dice al
joven :” Vamos a comer guayaba” y el nativo le dice :” Vamos”. Y se fueron a
un guayabal que había al lado del rio y
que en tiempos antiguos fue un Caserío, el cual los tigres le hicieron
desaparecer.
Cuando cogieron
las primeras guayabas, el tigre le dice al nativo:” ¿ Cuál es tu comida
favorita? . El nativo le contesto:” Toda clase de frutas, pescado, carne de
sachavaca. Monos y venados”.
Y de ti ¿ Cuál
es tu comida? Y a esto le responde el tigre:” Mi comida es lo misma que tu
comes, pero además yo como gente. Y tu comes gente”.
El nativo le
contesto que sí, yo como gente también como tú”
El tigre al oír
esto, comprendió que aquel hombre seria un brujo poderoso, a quien el no podría
atemorizar ni comer. Y el tigre invito al nativo a visitar su casa, el cual
acepto con gusto y allí permaneció dos días. La comida era piernas ahumadas con
yuca. El nativo solo comía la yuca por temor a
acostumbrarse a la carne humana y para evitar comerse a su misma mujer
al llegar a su casa.
A los dos días
vuelve a casa, va invitado el tigre y sus compañeros y cuando llega al Caserío
toda la gente huye al verlos por miedo a los tigres.
El nativo les
convida masato, los tigres se emborrachan y tocan el tambor, a cuyo son vienen
los nativos. Los tigres borrachos no supieron respetar a los nativos y los
devoraron a todos.
Únicamente quedo
vivo aquel valiente nativo que fingía ser más fuerte que los tigres. Más tarde
este nativo superviviente se convirtió en un Tigre Negro y ahora recorre toda
la selva.
Carlos Velásquez
Sánchez
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