Cuenta la
leyenda, que perdida en la inmensidad de la selva existía un poblado habitado
por una tribu desconocida, cuyos habitantes vivían en constantes riñas, peleas,
odios, pero entre ellos existía un apuesto y joven cazador, quien todos los
días se encaminaba hacia el interior de la montaña en busca del mitayo.
Hasta que un día
se le apareció el Dios Sol, bajo la apariencia de un hombre, quien le dijo :”
Desde las alturas donde habito veo con disgusto y tristeza el caos en que vive
tu pueblo, Vete hacia ellos , únelos y trabajen juntos y serán prósperos”
Y hablando en
quechua agrego :” AYLLUTA RURAR KALLPA”
que quiere decir :”La unión hace la fuerza”. Dicho esto, el ser misterioso
desapareció.
El joven cazador
repuesto de aquella impresión, retorno a su pueblo y de inmediato reunió a
hombres, mujeres y niños, a quienes les dijo :” Allá en la montaña se me
apareció el Dios Sol, quien me ha revelado su disgusto por nuestra mala manera de vivir. Hermanos la desunión es
la causa de nuestro atraso, es necesario unirnos y seremos una gran fuerza:”
AYLLUTA RURAR KALLPA”.
Y sus paisanos
sorprendidos le escuchaban y a una sola voz
gritaron :”¡ INTICHURI! ¡INTICHURI!, que quiere decir :”¡Hijo del Sol! ¡
Hijo del Sol!. Luego se pusieron a organizarse, discutieron sus problemas
comunes y poniendo manos a la obra, transformaron aquel poblado ruinoso en una
floreciente ciudad, abrieron zanjas para regadíos, construyeron largos caminos
y grandes ciudades de piedra, llenaron de andenes los cerros y esculpieron en
la piedra, allí están el Gran Macchupicchu en el Cuzco, Kuelap en Chachapoyas,
Chan Chan en Trujillo, el Gran Pajaten y la Gran Saposoa en San Martin.
De este modo, la
leyenda del trabajo comunal o Minka se convierte en una acción real y palpable,
nuestros antepasados indígenas alcanzaron a edificar una gran civilización y
nosotros como hijos del Perú, somos una proyección histórica del pueblo inca,
proseguimos nuestro camino por esta inmensa selva y en este constante
peregrinaje, vemos con gran emoción como nuestros pueblos desde la pequeña
comunidad enclavada en plena montaña hasta nuestras grandes urbes, hombres,
mujeres y niños se reúnen, se organizan, abren caminos, construyen escuelas,
limpian y arreglan sus calles, cultivan
sus cementerios, parques y celebran sus fiestas con mucha algarabía, pese a no
tener el apoyo de quienes están en la obligación de darles.
Amigos, así
surgió la MINGA o MINKA, más conocido como el Trabajo Comunal.
En la cual, la
obra está en marcha, los hombres portan herramientas sobre el hombro, los niños
sus vasijas y las mujeres portan en la mano o en sus cabezas cantaros con
chicha, mientras que a un costado la música típica con sus huaynos, chimaychis,
pandillas, todo el mundo se alegra en esta MINKA, MINGA o TRABAJO COMUNAL en
nuestra selva amazónica.
Carlos Velásquez
Sánchez
No hay comentarios:
Publicar un comentario