De pronto una
boa asomo por la abertura del pozo, junto a una de sus piernas de Sangama y con
la rapidez del pensamiento lo levanto y lo dejo caer violentamente, para
arrastrarlo luego al pozo. Asustado veía una de sus manos agarrarse de una raíz
cuyo extremo se sumergía en el agua y que atraído por una fuerza irresistible
fue deslizándose sobre ella con tal presión que le arrancaba la dura corteza.
Debió haber
transcurrido un segundo desde que esa mano crispada trato de asirse a la vida,
hasta que desapareció en esa aguas negras.
Se acabo, se
acabo, adiós Sangama.
Horas más tarde
regresamos al lugar donde Sangama había sido jalado por la boa y de pronto
escuchamos una voz ronca y apagada y cuál sería mi asombro al encontrar a
Sangama, casi oculto entre las malezas de la orilla ¡ vivo!.Tenía las ropas
destrozadas y cubiertas de ese lodo negro y maloliente del pozo, sus cabellos y
brazos cubiertos de moscas como si fuera un cadáver y le ayudamos a salir, le
desnudamos, le bañamos y limpiamos hasta su recuperación.
Ya recuperado,
nos dijo:”Comprendo, que arden Uds. en deseos de saber cómo me libere del
reptil, considerado el animal más fuerte de la selva” y nos empezó a narrar lo
sucedido.
Los caimanes y
los cocodrilos son más pescadores que cazadores. Las boas son mas cazadoras que
pescadoras. Ambas especies tienen sus maneras peculiares de actuar, pero jamás
devoran a sus presas dentro del agua, sino en la superficie o en tierra.
En esto se
parecen los caimanes y los cocodrilos, no pueden pescar dentro del agua, ni
siquiera son capaces de perseguir a los peces cuando nadan en la superficie. Se
sitúan entre dos aguas, en los lugares donde se encuentran los cardúmenes,
cierran por medio de una contracción especial la faringe y abren la boca
permaneciendo inmóviles hasta que la presa penetre en la cavidad,
confundiéndola seguramente con los troncos flotantes.
Al sentirla en
su cavidad bucal, el caimán levanta la cabeza sacándola del agua, hasta ponerla
casi vertical y la victima desciende por su propio peso a lo largo del esófago
abierto.
Esta operación
no puede efectuarla dentro del agua porque se llenaría el vientre y moriría
ahogado.
¿ Nunca has
visto dar muerte a un caimán negro?
Cubren de carne
un pedazo de topa y lo tiran al agua, donde queda flotando, el animal
hambriento se abalanza sobre la supuesta presa con las quijadas en alto y la
aprisiona de una feroz dentellada. La topa, además de ser flotante, es muy
blanda, los dientes del caimán al morderla penetran íntegros en la madera y
quedan sujetos a ella, sin permitir que la boca se abra ni se cierre
completamente. El agua, entonces, entra por la garganta abierta hasta llenar la
panza, a los pocos minutos se hunde, el caimán sigue luchando en el fondo hasta
que se ahoga, luego aparece en la superficie flotando con la panza hacia
arriba, señal de que está muerto.
Con las boas,
sucede lo mismo, estas son muy afectas a las delicadas carnes de las aves, para
cazarlas no tiene más que levantar donde pueda ser vista y emitir su grito, que
tiene algo de relincho e instantáneamente paraliza de terror a las aves que se
encuentran en los arboles cercanos, que caen como desmayadas y la boa se dedica
entonces a recogerlas y devorarlas.
A los mamíferos
como el venado y el ronsoco son cazados cuando se acercan a beber y la boa en
cuanto los tiene a su alcance se lanza sobre él con la velocidad del rayo, allí
lo tritura y lo devora.
Cuando las boas
pescan en los lugares de poco fondo, saca la cabeza fuera del agua y la levanta
para dejarle caer sobre el pez elegido, así lo atrapa, vuelve a salir para
tragarlo en el aire. En el agua no puede hacerlo porque se llenaría su enorme
vientre, que se expande como un globo y se alarga y encoge como un acordeón.
Cuando una boa
logra coger un animal que se encuentra nadando, lo mantiene sumergido hasta que
se asfixie, después lo conduce a la orilla para tragarlo.
Las boas saben
que los animales de la selva, se ahogan en el agua con mucha facilidad, basta
impedirles que saquen la cabeza, para lo cual ellos no requieren de mucha
fuerza, sujetan a su víctima valiéndose solo de su enorme peso y le ahogan en
el agua. Por eso las boas viven orgullosas de poder estar lo mismo dentro como
fuera del agua.
¿Has visto bien,
la enorme mordedura que me dio en el muslo? Mordedura de boa dispuesta a no
soltar hasta que su víctima este completamente muerta. Pero te aseguro que esa
serpiente no volverá a cazar mientras viva y que será por muy poco tiempo.
Le ataque por su
única parte vulnerable que son los ojos , que logre arrancarlos de sus orbitas,
sin que esa cabeza rápida tan solo para el ataque, pueda nunca darse cuenta de
cómo unos dedos al parecer inofensivos, pero guiados por la inteligencia
humana, consiguieron vencerla, dejándola ciega. Esa boa, ya no cazara nunca
más.
Por eso, yo
siempre permanecía cierto tiempo dentro del agua, cuando pescaba. Eso, salvo mi
vida.
Carlos Velásquez
Sánchez
Muy didáctico para enseñar SIGNOS DE PUNTUACIÓN..
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