Existen los testimonios
de personas que pudrieron haber entablado conversaciones con estos seres, y en
algunos casos hasta una efímera amistad. En algunos casos
existen testigos de toda una comunidad que dan fe del posible encantamiento de una sirena
a una persona, como así lo afirma el relato de un extraño acontecimiento
ocurrido en la comunidad nativa de "Shintuya" en la Provincia del
Manu, en años pasados:
TESTIMONIO N° 01.- Una mañana del año 1987,
en la comunidad de Shintuya (Rio alto del Madre de Dios, Prov. del Manu), el
señor Luís Kiramo de 65 años de edad se encontraba trabajando en su chacra;
pero alrededor de las 02.00pm, regreso inquieto a su casa, cogió su machete y
sin decirle nada a su mujer regresó a su trabajo, para luego desaparecer
por dos días.
Alertados los moradores
de la comunidad, acuerdan ir a buscarlo y luego de 05 horas de caminar por el
bosque, encontraron huellas de su paso en base a hojitas y ramitas quebradas;
luego de seguir las huellas lo encontraron sumergido en una laguna (cocha), del
cual solo se veía su rostro arriba de la superficie (se encontró que solo comía
platanillo (Heliconias) mientras caminaba), la gente tenía miedo y nadie quería
ingresar. Armados con sus escopetas, solo se atrevieron a sumergirse los
señores: Juan Wiesse y Mario Korisepa (Mario Viejo) quienes se acercaron y le
hablaron: … ¿Qué haces allí?..... Vamos a la casa,….. tus hijos te esperan,……
tu mujer está llorando;…….. El Señor Wiesse cortó una rama del árbol de topa
(palo balsa) y le alcanzo, diciéndole que se agarre de ella. El hombre sin agarrarla dijo: …….espérate, ……espérate,
……..voy a devolver la vestimenta que me han prestado. Hizo un movimiento dentro
del agua como si se quitaba la ropa y luego agarró la rama de topa y salió del
agua. Lo llevaron todos en grupo, nadie se quería quedar
atrás por miedo a que la "madre de la cocha" los jale. Kiramo quedo
hipnotizado durante casi una semana, durante todo ese tiempo su mujer no lo quería recibir; sus ojos estaban muy
rojos, como asustado; callado y sus hijos le tenían miedo.
Pasado un mes Luís
Kiramo, contó lo sucedido diciendo que mientras él trabajaba en la chacra se le
acercó una joven muy bonita, y le dijo que quería "intercambio de
raja" (sexo), que él era un hombre
muy simpático y trabajador y que quería casarse con él y que le quería llevar a
su casa. El hombre siguió a la chica rumbo a su casa por un camino muy ancho,
hasta llegar a una casa que tenía un canchón (patio) muy amplio. Cuando
llegaron había mucha gente en el canchón festejando una fiesta y cuando Kiramo
quiso ingresar le salió al encuentro un tremendo perro negro que le ladraba y
no le dejaba pasar. Al ver esto la mujer le riñó al perro y el hombre pudo
entrar. El papá de la joven le invitó a pasar a la casa pero Kiramo no aceptó y
solo se quedó en el canchón, a donde la joven, que tenía mucho dinero, le traía
"masato", le abrazaba y le besaba, diciéndole mi papá te llama, pero
él no quería entrar.
Kiramo afirmaba haber
caminado por una amplia y despejada trocha (sendero) para llegar a la casa,
siempre guiado por la extraña joven (pero en realidad, los hombres que lo
siguieron, afirmaban que dicho sendero estaba cubierto de abundante vegetación espinosa
de "pachaquilla", que causó muchos rasguños entre los rescatistas)
pero lo extraño es que Kiramo no tenía ningún rasguño. Asimismo Kiramo afirmaba
haber ingresado al canchón de una casa, pero en realidad había ingresado al
interior de un lago o cocha no explorada, y el perro que afirmaba Kiramo, en
realidad era un gran caimán negro que pudo ser observado por los rescatistas
dentro del lago Al año Kiramo padeció de cáncer a la cara y murió a los 04 años
de haber sucedido estos acontecimientos.
Asimismo son
interesantes, pero escasos los testimonios de amistad ocurridos entre sirenas y
humanos. Al respecto he logrado registrar la historia de una señora de nombre "Elena", quien
afirmaba haber tenido un supuesto caso de amistad entre ella y una sirena,
ocurrido en el sector de Chonta en la Prov. de Tambopata.
TESTIMONIO N° 02.- En el año 1976, en el
sector de Chonta, por el río Tambopata, Elena tuvo una extraña experiencia. Un
día mientras estaba lavando su embarcación, se le apareció una linda jovencita
que venía surcando en una pequeña canoa a lo largo del río; al llegar, la joven
se le acercó, le saludo y se sentó al lado de Elena para conversar. Luego de la
plática, le jovencita, se despidió de ella, diciéndole que su nombre era
Rogelia y que vendría a visitarle otro día.
La extraña jovencita era
muy bonita. Tenía la piel bien blanca, los cabellos muy rubios, los ojos de color verde intenso y vestía un lindo traje verde, con
zapatitos de tacos bajos. Luego de tal sorpresa, Elena terminó de lavar su ropa
y se fue a su casa.
Al día siguiente Rogelia
se volvió a aparecer; Elena le invito desayuno y luego de conversar largo rato,
la jovencita se fue. De esa fecha en adelante, las visitas se repetirían todos
los días en horas de la mañana.
El esposo de Elena, de
nombre Heliodoro, se dirigía al campo a trabajar temprano por las mañanas y no
se daba cuenta de las visitas que hacía Rogelia a su mujer, quien llegaba
después de que él se iba. Un día Elena le contó a su marido que le visitaba una
amiga llamada Rogelia, y a quien quería presentarle; pero que siempre se
retiraba antes de que él llegue a la casa. El marido no le creyó y mucho menos
le dio importancia al asunto.
Un día cuando el marido
llegó, Elena salió de la casa y le dijo: "...Heliodoro, justo a horita se
acaba de ir la Rogelia...". El marido ya aburrido de tanto nombrarla y sin
tener indicios de la existencia de tal visitante, solo atinaba a responderle
con palabras groseras a su mujer.
En otra oportunidad,
cuando Rogelia llegó a visitarle, encontró que el hijo de Elena estaba con una
fuerte diarrea; al ver esto Rogelia le
dijo:
- ...Elena, mira mi mama
es una doctora, ¿por qué no le llevamos a tu hijo para que le cure?...;
- ....ya pues…, contestó
Elena y juntas se fueron a la orilla del río a embarcarse en la canoa de
Rogelia. Cuando Rogelia empujó la canoa; Elena que estaba ya sentada sintió
como se hundía en el agua; esto le dio miedo y de un ágil salto se pasó a la
otra canoa que estaba atada en la orilla. Elena ya no quiso ir, y solo atinó a
decirle: "..... Hay Rogelia, tu canoa es muy chica, se va a hundir mejor
otro día vamos,,," y se regresó corriendo hacia su casa.
Otro día, a eso de las
10am, el esposo de Elena regresó temprano a su casa y encontró a su mujer,
quien extrañamente parecía que conversaba con alguien, pero el no veía a nadie.
Al llegar al umbral de su casa, este arrojó el machete que cayó clavándose en
el suelo. Al ver esto Elena le
reclamó diciéndole: "...Heliodoro, casi le cortas su pie de la
Rogelia...", supuestamente el machete había caído muy cerca de los pies de
la jovencita; pero el marido no veía ni escuchaba a nadie y solo atino a decir
groserías, sin hacerle caso a su mujer. Rogelia le dijo: "...ya me voy
Elena...".
Siempre cuando el río
estaba crecido Elena veía a Rogelia navegando en su canoa por el río y cuando
estaba su marido cerca le decía "...Heliodoro, mira halla esta bajando la
Rogelia..."; pero el marido, como siempre no veía nada.
Un día que Rogelia llegó
a conversar con Elena, le dijo, "...Elena sabes que, el hijito de tu
vecina me gusta, quisiera robármelo...". Su vecina era Ernestina y cuando
Elena le visitó le dijo que tenga cuidado porque se querían robar a su hijo.
En otra oportunidad,
Rogelia llegó a donde Elena y le dijo, "......sabes he visto a tu vecino
anoche, estaba sentado en la popa de su canoa, ensuciando en el agua, y
justamente en ese bote, me he olvidado mi machetito; lindo mi machetito ¿cómo
me he olvidado?...". Al otro día cuando Elena, fue a mirar a dicho bote,
en realidad había un machetito, pero bien viejo y oxidado dentro de la canoa,
no como dijo la jovencita. Elena se lo llevó y lo guardó.
Cuando conversaban sobre
temas relacionados con el río, Rogelia le decía: "....Elena dentro del río
hay tierra, hay casas; si entras
va a ver que es igualito como acá...". Pero Elena le respondía: "...
¿Qué va ha ser Rogelia?, mas bien me ahogo..."; "... No Elena, es
igualito como acá, hay de todo...".
En otra oportunidad
Rogelia le obsequió una piedra a Elena diciéndole: "...Elena te voy a dar
esta piedra, guárdala...", pero nunca le dijo ¿para qué servía la piedra?.
Elena guardó la piedra para siempre.
Un día Rogelia le dice,
"...Elena, ¿sabes qué?, vamos a hacer un pacto..., porque yo no quiero ya
venir....."; "....pero ¿Qué pacto vamos a hacer?.." replicó
Elena. "...Ya, mira, yo voy a venir a medianoche, te voy a silbar y tu
sales para realizar el pacto...", y así fue; a la medianoche, Elena
escuchó los silbidos, pero no salió de su casa porque le dio miedo y siguió
durmiendo. En sueños, vio a Rogelia que le hablaba y le decía: "...Elena
¿porque no haz salido?, yo no quería hacerte daño, yo no te quiero
molestar, yo solo quería hacer un pacto contigo para que tu puedas vivir bien;
pero no te preocupes ya no voy a ir mas a tu casa...".
Luego de este suceso que
duró casi dos meses, Elena nunca volvió a ver otra vez a Rogelia. La extraña
jovencita nunca más regresó a la casa de Elena y pese a que se hicieron las
consultas, nunca nadie mencionó haberla conocido.
También se habla de
algunos casos de adulterio cometidos por mujeres que vivían a las orillas del
rio, con preciosos hombres que venían a seducirlas luego que su marido se fuese
a trabajar. Estos hombres, de piel blanca y cabello rubio, venían donde la
adúltera trayéndoles abundante pescado; luego de tener sexo con ella, se
retiraban de la casa antes de que llegue el marido.
3. Encantamientos,
Secuestros, Desapariciones y Apariciones
No existen testimonios
de agresiones directas causadas por las sirenas a los moradores humanos.
Algunos datos recogidos de algunas personas que experimentaron el fenómeno dan
fe que las sirenas pueden "encantar" o hipnotizar a sus victimas y
atraerlas hacia las profundidades de los ríos y lagos.
Muchas personas afirman
que la desaparición de sus parientes en las aguas de los ríos, no se debe al
ahogamiento, si nomas bien a secuestros causados por las sirenas, quienes se
llevan a la victima a sus dominios bajo el agua, manteniéndolos cautivos por el
tiempo que ellas consideren necesario.
TESTIMONIO N° 03.- Hace aproximadamente 15
años atrás (por los años 90) en el sector de Rompeolas (Tambopata), se produjo
un accidente extraño que fue atribuido al posible accionar de una serpiente
anaconda o de una sirena.
En ese año un grupo de
estudiantes de una escuela pública de la ciudad de Puerto Maldonado,
decidieron, junto con sus profesores realizar un paseo a dicho sector para
bañarse en la playa, ya que era meses de sequía, periodo donde se forman las
playas en los ríos. Los estudiantes estaban dispersos en toda la playa y un
grupo de niñas había decidido apartarse del grupo central. Ana, compañera de la
victima, fue una de las testigos presénciales, quien formó parte de ese grupo
que se apartó. Mientras jugaban en la orilla, una de las compañeras de Ana
había ingresado sola al agua para bañarse, sin que las demás se percataran de
ello porque estaban distraídas en el juego. Al rato, Ana escuchó
que la niña le gritaba desesperada, pidiéndole auxilio: "…Ana. Anita.
Ayúdame, algo me esta halando…" y manoteaba en el agua desesperada como si
algo en realidad le halaba dentro del agua. Ana corrió y se metió en el agua
para ayudar a su amiga, pero todo fue inútil, impotente pudo observar como la
niña desaparecía dentro del río, arrastrada por algún objeto misterioso. Pese a
todos los esfuerzos por buscarla, la víctima nunca fue encontrada.
Ana nunca pudo
recuperarse de tal impresión, hasta el día de hoy vive atormentada por los
recuerdos de ese día, y entre sollozos, lamenta mucho no haber podido salvar a
su amiga.
Según se afirma sobre
los secuestros, los cautivos solo pueden ser liberados de su prisión en las
profundidades acuáticas, gracias a la acción de ciertos "brujos" o
"hechiceros" especializados. Si una victima logra retornar al mundo
humano, lo hace en otras regiones (en otra ciudad o país), totalmente desnudo y
desorientado, como si estuviera ubicado en otros tiempos y circunstancias, es
decir luego de muchos años de habérsele dado por perdido o muerto. Uno de estos
casos corresponde al siguiente testimonio:
TESTIMONIO N° 04.- Hace muchos años, un tal
Zacarías, luego de tomar Ayahuasca, desapareció sin dejar rastros. Luego de 2
años y cuando ya la gente se había olvidado de él, fue encontrado en lo que
antes era una enorme laguna del sector de Mallea, por el río Tambopata.
Un día, cuando el Sr.
Antonio, fue armado de su escopeta, a su arrozal para cazar a los
"ronsocos" que se comían el cultivo, observó que entre las plantas de arroz, algo se movía y pensando que eran esos
roedores, le apuntó con la escopeta. Cuando estaba a punto de dispararle se dio
con la sorpresa de que no era un animal; era un hombre totalmente desnudo. Al
acercarse a verlo mejor, el hombre reaccionó y le dijo: "……..hay paisa,
estoy desnudo….". Don Antonio quien había reconocido que era Zacarías, le
dijo: "….paisa, no importa, vamos a la casa…", y cogiéndolo del brazo
se lo llevó a la vivienda.
En la casa de Don
Antonio, Zacarías comenzó a exclamar: "…. Paisa ¿recién me
sueltan?....", "..Feliz yo vivía ahí adentro, pero lo que no me
gustaba era el lobo, había sido malo paisa; el lobo es gente, la boa es la
hamaca, todos son cosas así de la vida normal…", "… yo entré al agua,
de ahí los enemigos me querían matar, y en eso sentí que estaba en otro mundo,
pero respirando aire…".
Zacarías afirmaba, que
hace dos años, había ingresado al interior del río Tambopata, donde encontró un
mundo interior muy parecido al de nosotros los humanos, pero donde el lobo de
río, las boas y los caimanes eran personas, pero que posteriormente, por alguna
razón desconocida fue devuelto a nuestro mundo, apareciendo en el sector
conocido como "lago de Mallea", a muchos kilómetros de donde había
desaparecido.
6. Efectos psíquicos y
corporales luego del contacto con la entidad
Otros aseguran que
algunas de las personas secuestradas por las sirenas pueden retornar al mundo
físico pero con poderes curativos otorgados por ella, convirtiéndolos en
expertos curanderos, los cuales nunca revelan de donde proviene su poder curativo.
Algunos síntomas físicos
de los testigos que pudieron presenciar o tener contacto con las sirenas, se
traduce en malestar, fiebre, dolor de cabeza y
susto, que luego debe ser curado por los curanderos, quienes tienen que "humearlos"
es decir soplarles humo de "tabaco" por todo el cuerpo,
para lograr que les pace el "susto". También algunos
tienen pesadillas, donde supuestamente la sirena se les "revela",
es decir que se les presenta en el sueño y entabla conversación
con ellos.
7. Sonidos y cantos
Son muchos los
testimonios de personas que dicen haber escuchado música salir de las profundidades del
río, lago o arroyo (quebrada), como si en su interior existiese en una gran
fiesta, con mucho jolgorio.
Algunos testigos afirman
nunca haber visto a la sirena, pero si haber escuchado sus hermosos y
melodiosos cantos en la oscuridad de la noche provenientes de algún lago, rio o
arroyo (quebrada). Los cantos estarían acompañados de sonidos de
"guitarra", "mandolina" o "arpa", sobre todo en
noches de luna llena.
TESTIMONIO N° 05.- En 1992, el señor Raúl
Calcín y su esposa, quienes habían migrado del departamento de Puno, se fueron
a su nueva propiedad, un terreno que le
había sido entregado en titulación por el distrito de Iñapari. El fundo estaba
ubicado al final de los otorgados y tenía como uno de sus límites una quebrada
de nombre "Primavera".
Luego de algún tiempo,
cuando los esposos comenzaron a realizar las labores de roce y tumba, fueron
sorprendidos al escuchar unas lindas melodías que provenían del interior de la
quebrada. La música que era entonada con guitarra y arpa, era tan atractiva que
sintieron muchas ganas de ir a ver, pero a la vez sintieron un temor interno
que les hizo desistir de su curiosidad.
Cuando indagaron si por
ese lugar habitaban otras personas, comprobaron que no vivía nadie y que ellos
eran los últimos del sector titulado. La música continuaba siendo escuchada;
pero ellos por temor tuvieron que retirase del lugar, hasta el día de hoy.
También hay testimonios
de personas que dicen haber visto a la sirena, cantando y tocando su guitarra
en esas condiciones nocturnas. Tal es un caso sucedido en el Lago Valencia, por
el bajo río Madre de Dios.
TESTIMONIO N° 06.- Entre los años 1957 y
1959, el Sr, Yabar, pudo ver algo en el Lago Valencia, que le dejó
desconcertado toda su vida. Una clara noche de verano, iluminada fuertemente
por la luna llena, el Sr. Yabar sintió mucho calor y alrededor de las 10 pm., salió a sentarse al
borde del lago. Mientras meditaba mirando el cielo, escuchó muy claramente que
a unos 100 metros de la orilla, alguien cantaba y tocaba una guitarra. Al
escuchar, sintió curiosidad por saber de donde venía el sonido y quien tocaba esa guitarra. Trató de observar bien
a esa distancia, pero al no poder apreciar nada, cogió su bote y decidió
acercarse hasta el lugar.
El canto y el sonido de
la guitarra provenían de una gran roca plana en forma de meza que emergía fuera
del agua en el lago. Yabar avanzó en su bote hasta la roca y cuando ya le
faltaban unos 20 metros para llegar a ella, pudo ver con claridad la figura de
una mujer sentada sobre la roca, de espaldas hacia él. Sorprendido siguió
remando, pero luego de un descuido y al tratar de mirar con más detalle a esa
mujer, ésta ya había desaparecido (fig. 02).
Un lugar vinculado a
este fenómeno de emisión de vocalizaciones o sonidos, es el origen del nombre
del sector "Condenado" ubicado en el río Tambopata.
TESTIMONIO N° 07.- Se afirma que años
anteriores (1950 a 1970) en que los "tanganeros" *, transitaban por
el "Río Tambopata", podían escuchar, en el sector conocido
actualmente como "Condenado", una serie de gritos y alaridos
lastimeros en el fondo del río, fenómeno que era explicado por ellos como el
lugar donde habitaban los "condenados", es decir aquellos pecadores
castigados por Dios. Esta sería la razón del origen del nombre de dicho lugar,
donde se podían observar "cachuelas" (afloramientos de rocas) que lo
hacia un poco peligroso para la navegación.
8. Nacimiento de Sirenas
Existen algunas personas
que afirman haber sido testigos del nacimiento de niños sirenas, provenientes
de madres humanas normales. En algunos casos estos niños llegaban a morir al
momento de nacer, como el siguiente acontecimiento:
TESTIMONIO N° 08.- Por los años, 1960,
cuando la Sra. Elvira, tenía 10 a 12 años, escuchó a sus mayores que hablaban
preocupados por el parto que había tenido una mujer de nombre Guillermina.
Esta señora vivía en el sector del Triunfo, por la margen izquierda del río
Madre de Dios, y todos los días cruzaba el río para asistir a la escuela y así
estudiar. Según el testimonio, la mujer tuvo un parto muy difícil, porque el
bebé no podía nacer. Cuando lo hizo, todos los que la atendieron se asombraron
de que la criatura nacida, era un varón que tenía la mitad del cuerpo, desde la
cintura para abajo, una larga cola en forma de pez. El niño luego de una hora
murió.
Otros casos de niños
sirenas, provienen de aquellos testimonios de personas que afirman haber visto
pequeñas sirenas capturadas en el rio por algunos pescadores.
TESTIMONIO N° 09.- Aproximadamente por el
año de 1975, Daniel Peinachi, de 40 años, fue testigo de que en el centro del
poblado de Iberia, se exhibió a una pequeña niña sirena capturada en el río
Tahuamanu. Otra persona que probablemente también estuvo presente y que fue
testigo de tal acontecimiento, según el testimonio de Peinachi, es el Sr.
Alberto Chitahuari, quien vive actualmente en Puerto Maldonado. La persona que
la capturó, mostró a la niña en un triciclo y muchas personas la vieron. Luego
de ser observada por el público, la devolvieron a su sitio aguas abajo del río
Tahuamanu, en el sector conocido como Miraflores. La niña estaba serena en el
triciclo y en ningún momento pretendió escapar.
9. Efectos sobre la
pesca
Algunos testigos afirman
de que las sirena no les deja pescar demasiado en un solo lugar y por un
periodo determinado, como dando un mensaje de aprovechamiento racional. Los
pescadores afirman que la sirena "les mezquina sus pescados" y exige
"que dejen descansar a la pesca". Un caso interesante del fenómeno
fue el siguiente:
TESTIMONIO N° 10.- ** Leoncio Vela, quien fue
testigo de un hecho formidable, había contratado a un pescador para que le
extraiga pescado en el sector de la "Cachuela" (Río Madre de Dios,
Distrito de Tambopata).
En los inicios de su
labor el pescador extraía abundante pescado en la red, que extendía entre las
peñas de la cachuela. Pero extrañamente al llegar al 8° o 10° día de faena, la
red que era extendida por la noche, amanecía depositada en la playa bien
amarrada con todos los aparejos de pesca, como si alguien la hubiera retirado
de las aguas y depositado cuidadosamente en la orilla.
El Sr. Vela, pensaba que
el pescador no quería entregarle el pescado, y que para ello había inventado el cuento de que "no había pescado porque la red,
alguien la retiraba del río", así que decidió verificar el mismo y para
ello se fue al lugar junto con su hermano Rodrigo, decidido a dormir en la
canoa, cuidando la red que habían templado en el río. Para ver quién era el que
sacaba la red, Vela inclusive trató de quedarse toda la noche agarrándola; pero
vencido por el cansancio se quedó dormido y la soltó; al despertarse se percató
de que la malla no estaba en el río. Despertados todos se fijaron en la playa y
pudieron ver que la red estaba cuidadosamente depositada sobre la arena con
todos sus aparejos.
El fenómeno se repitió
en 2 o 3 oportunidades.
Carlos Velásquez Sánchez
felicitaciones, mi estimado,...es hermoso leer cada cuento selvatico ..impresionante las escenas que se construyen en la cabeza con cada trozo de cada cuento...
ResponderEliminarme gustaria que publicaran el cuento del hishpapoto...que lo lei cuando era un ñaño..1994 y cuyo autor no recuerdo...pero fue un hermoso libro.. el mejor que lei en mi secundaria... creo haber leido en ese mismo libro...la historia de juanjui...que se trataba de una persona llamada juan y que por alguna razon decidio huir...y de alli el nombre de juan hui---que luego fue juan jui..
saludos cordiales
Muy hermoso el cuento :D, me gustaría que publicaras más historias así, gracias por el cuento.
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