martes, 6 de marzo de 2018

LA RUNAMULA DE EL EMBRUJO


              (WILMER PEREA BECERRA)
Una noche en el pueblo de El Embrujo, algunos pobladores, entre ellos las autoridades escuchaban atentos las noticias relevantes, sobre todo los referentes  a las ocasionadas por las incesantes lluvias: “Familiares y amigos del párroco Anselmo Gómez piden ayuda para buscarlo, pues lleva perdido en la selva ya varios días.
Según informaciones, el párroco de la Iglesia de los Santos Evangelios, fue visto por última vez cuando se dirigía a pie desde El Embrujo a la ciudad de la Calurosa, lugar donde hacía misa.
Su amigo, el cura Américo Estupiñán, superior de los padres gregorianos señaló que esta extrañado por su desaparición, porque el sacerdote conocía la zona y que para él es incomprensible que se haya perdido.
-Más información sobre el párroco Anselmo Gómez que desapareció misteriosamente en el pueblo El Embrujo hace más de 07 días y no hay noticias sobre el paradero de este misionero perteneciente a la orden de los gregorianos.
Lo último que se supo de él , fue que salió el viernes 11 de julio, indicando en la parroquia que iba para el Embrujo para cumplir los compromisos relacionados con su función sacerdotal.
Sin embargo,  su retorno no fue posible debido a un deslizamiento de tierra por la carretera, por lo que decidió regresar a pie.
Algunos testigos que lo vieron esa tarde notaron una preocupación por volver, así que lo vieron salir hacia el poblado del Santa por un camino rural que bordea la carretera, decían en el noticiero regional.
Al día siguiente, llegó al Embrujo una comitiva procedente de la Calurosa y fue de inmediato a visitar al Alcalde y solicitar la organización de un equipo de búsqueda.
-Acá nadie se pierde – ahorita mismo nos organizamos con el Sargento para buscar al curita – dijo el alcalde en la reunión.
-Ojalá el padrecito no haya caído al río, hablaban los vecinos y con lo caudaloso que está, ya vuelta, de allí no hubiera podido salir.
Ojalá que no se haya adentrado en las chacras de los narcos – aldián , esos no preguntan, esos te matan nomás – dijo un vecino con voz preocupada.
-Nadie sabe nada, es muy extraño, como si se le hubiese tragado la tierra – dijo la autoridad.
- O el río dijo otro.
Unos campesinos dijeron que hubo un derrumbe que cerró la carretera y se llevó parte del camino y que cuando pasaba el curita por allí, entonces suponen que se lo llevó el huayco – comentó un rescatista.
Unas mujeres dijeron que después de la misa, el padrecito se apuró en despedirse porqué tenía asuntos que atender y que él siempre acostumbraba darse una escapada para relajarse – dijo otro de los buscadores.
-Hay rumores de que tenía una amante – sugirió alguien.
El alcalde paró este último comentario diciendo: no hay pruebas – enfatizó.
Enseguida se comprometió a ampliar las investigaciones hacia los diversos caseríos no contemplado en la búsqueda, incluyendo a los que quedaban en las laderas del río.
Si ha caído al río Bravo – aldián – su cuerpo ya está tragado.
El guardabosque zonal le dijo al alcalde: Seguimos el rastro de unas ancianas que dijeron haber visto al curita varias veces desviar su ruta hacia el poblado de el Manantial, pero no supieron decir hacia dónde.
-Para ir al Manantial, hay que pasar por las faldas de la montaña Ayahuanca. Estas tierras no son de confiar, hay muchas cosas misteriosas por allí, los pobladores dicen que hay chullachaquis, lloronas y hasta una runamula.
-¿Runa mula? Se sorprendió el alcalde.
De pronto en el noticiero daban a conocer: “La población feligresa de la Calurosa ha organizado veladas y cadenas de oraciones pidiendo que aparezca y encuentren al párroco de la Iglesia de los Santos Evangelios, que lleva ya 15 días de desaparecido.
Algunos miembros de la orden de los gregorianos los feligreses participan en expediciones de búsqueda sin éxito pero con esperanzas.
Además se movilizaron los equipos de rescate especializados, pero hasta el momento no se ha obtenido ningún resultado favorable.
Algunas personas por su cuenta han hecho uso de brujos rastreadores y curanderos ayahuasqueros para dar con algún rastro del curita desaparecido” Seguiremos informando.
En medio de estas noticias, uno de los campesinos presentes en claro estado de embriaguez soltó un comentario desatinado.
-El curita andaba de amores en el Manantial, yo lo he visto varias ve…..
Y recibió insultos y empujones de los feligreses allí presentes hasta silenciarlo y botarlo, mientras gritaban en tono aclarador: No se puede mancillar el honor de un hombre bueno, de un santo.
El párroco Anselmo Gómez aquella semana de su desaparición estaba preocupado por las noticias de los derrumbes y accidentes causados por el clima que azotaba la región.
Las últimas noticias que recibió fueron referentes al derrumbe de la carretera recién asfaltada que llevaba a el Embrujo y el huayco arrasó a una camioneta que transportaba pasajeros.
Una tragedia que motivó el cambio de su carácter, se puso taciturno y meditabundo, muchas veces de mal humor.
Felícita Sangama amaneció con heridas profundas y quemaduras de gravedad, empapada en su propia sangre fue encontrada en su casa, en la chacra donde vivía con su marido Santiago, de quién no se sabía nada porque estaba desaparecido.
Los autores del hallazgo, su sobrino y un vecino la llevaron al poblado el Manantial.
Los vecinos se aglomeraron en torno a ella y se espantaron de verla tan mal, casi irreconocible por la hinchazón que tenía en la cara y en el cuerpo.
Los rumores y habladurías no se hicieron esperar.
Runamula es runamula es.
Anoche ha sido luna llena y esa es la prueba.
Amante del cura era la Felícita, gritaba la gente.
Desgraciada está, hay que dejarla para que muera allí mismo.
Tiene castigo de Dios – vociferaba una mujer frenética.
Evangélicos, cristianos, testigos de Jehová y supersticiosos huyeron espantados, otros amigos más cercanos ayudaron al sobrino y llevaron a Felicita en dirección a el Embrujo, en busca de alguna posta médica.
¿Será verdad que es runamula?  Se preguntaba el grupo ¿Será que la Felícita es runamula?
Imaginar ese cuerpo delicado transformado en una bestia del tamaño de una mula que bota fuego por su boca y ojos y que en las noches de luna llena corría por allí cabalgada por el mismísimo diablo quién latigueaba su lomo, abriéndola profundas heridas en la piel resultaba inverosímil.
Y todo eso por haberse atrevido a ser la mujer de un hombre religioso.
De ser así ¿Sería verdad entonces que la Felícita era la mujer de un hombre de Dios.
¿Acaso ese hombre viejo que llegaba al Manantial y visitaba a Feícita era un sacerdote?
¿Y el Santiago, no sabía nada de esto? Y donde estaba ahora el Santiago.
El grupo llegó a el Embrujo y los rumores llegaron de inmediato al alcalde, quién junto al sargento se apersonaron de inmediato a la posta médica.
Felícita que ya había perdido mucha sangre, no respondía al tratamiento, no volvía en sí.
Runamula es, runamula es…decía la gente.
¿Runamula otra vez runamula? Se preguntó el alcalde.
El sargento se acercó al alcalde.
La gente del pueblo está hablando “runamula”, le dicen a la mujer “amante” del cura.
Yo le quería decir que uno de los hombres del grupo me contó hoy que siguieron el rastro del curita que los llevó al Caserío del Manantial. ¿Será?... le dijo en tono bajo pero preocupado.
Cállese sargento – le silenció de inmediato el alcalde. Sobre esta situación mejor no decir nada, porque no tenemos nada confirmado.
Esta historia nos daría desprestigio y además no me daría buenos votos, tendremos que esperar que la mujer despierte.
¿Y tiene marido?
Solo se ha tomado el testimonio del sobrino que es quién la ha encontrado y traído, dice que del marido no se sabe nada, respondió el sargento.
Así que tenemos otro que se evaporó – reflexionó el alcalde.
Otro a quién se lo tragó la tierra o el río.
Felícita ya está cansada de vivir en la chacra, el no haber tenido hijos la ha mantenido conservada, pero la vida campesina es dura y marcada por la ignorancia, quién pese a  sus 40 años aún mantenía una belleza juvenil.
Condenada a vivir en la soledad ha renunciado a sus aspiraciones por el abandono a la que la tiene acostumbrado Santiago Arévalo su marido, que anda de faenas en montes ajenos o en uno que otro trapiche hasta quedar rendido de borracho.
-A él, hombre macho come tacacho”, no le preocupa en lo más mínimo lo que sienta o necesita su mujer, lo que ella diga es letra muerta, tan muerta como su vientre.
Sin embargo, ella haya el alivio a sus tristezas en las palabras del párroco que visitaba al pueblo de el Embrujo.
La compasión del párroco despertó un amor incondicional en aquellos ojos tristes, en ese rostro fino y delicado, la amó y Felícita se entregó a lo que su corazón demandaba.
Tuvieron un romance puro, inocente pero secreto, oculto  loa ojos ajenos.
Pero nadie lo iba a entender, nadie iba a aceptar ese amor inmenso y así pasño el tiempo, mucho tiempo.
Felícita como tantas veces espera la llegada de su párroco amado.
Santiago como siempre la ha dejado para irse a faenar con sus amigos de un caserío lejano donde él al finalizar el trabajo, siempre jugaba fútbol y bebían hasta perder los estribos.
Felícita piensa que el párroco quizás no aparezca por las intensas lluvias que no ha parado todo el día y decide ir por el camino para ver si le da alcance, sale de su casita en la chacra dejando la tushpa encendida mientras hierve un poco de agua para hacer un café que combata el frío.
Avanza rápido por el camino solitario, mirando a todos lados por si algún vecino la descubriría y llegó hasta las faldas de la montaña Ayahuanca.
Sólo se escucha el caudal furioso del río Bravo allá abajo.
Felícita logró escuchar el sonido de unas pisadas que venían a lo lejos y observó fijamente para ver si era su amado, envuelto en una capa de lluvia y con botas de caucho.
Felícita con el corazón alegre intenta correr para darle el encuentro, pero un frío intenso la detiene.
Detrás del párroco, se abría paso una figura terrible, un caballo negro. Mojado que bota vapor por las fosas y el hocico, con Santiago de jinete.
El marido de Felícita avanzaba con una furia incontenible.
¿Nos ha descubierto? Piensa Felícita e intenta gritar, pero se le cierra la garganta al ver que el jinete fustiga el caballo con fuerza y galope sin remordimiento.
Lo ve lanzarse sobre Anselmo pisándole con el caballo, el cuerpo de éste cae, pero a pesar del golpe y sin saber lo que pasa intenta ponerse de pie.
Entonces con frialdad absoluta Santiago gira el caballo y asesta un machetazo en la cabeza del párroco, quedando este clavado en el cráneo.
Sin bajarse del caballo, este voltea la cabeza y mira a Felícita, ella aterrada sale corriendo desesperada en dirección a su casa, pero sus piernas temblorosas no tiene la velocidad del caballo.
La ira del jinete traía olor a trago barato y apestaba a sudor de días, alcanzó a Felícita y la cogió de los cabellos y sin detener el caballo siguió corriendo hasta llegar a la casa y allí la lanzó hasta estrellarla estrepitosamente contra la tushpa.
La leña y el carbón ardiente saltaron violentamente sobre su piel.
Santiago bajó de un salto de su caballo y fue sobre ella para golpearla sin piedad.
Sin decir palabras cogió un látigo de caucho, esos de los que sacan de las llantas de los carros y descargó su furia contra el cuerpo de su mujer.
Al verla sin reacción se detuvo un momento.
Primero me deshago de tu amante y luego me encargo de ti prostituta – dijo entre dientes y con la mandíbula tensa.
Y allí la dejó ensangrentada.
Tomó otra vez el caballo y volvió al lugar donde dejó al párroco Anselmo y lo vio allí tirado.
El río, que se lo lleve el río – dijo.
De esa forma se libraría de toda sospecha.
La llovizna y neblina proporcionaban un perfecto camuflaje.
Cogió el cuerpo y lo puso sobre el caballo, caminó entonces hacia una pendiente al filo del abismo y muy abajo divisó el río Bravo.
Aquí me la pagarás maldito, nunca te metas con un verdadero hombre- le dijo al bajar el cuerpo.
Y al empujarlo por el abismo. Sintió una mano que lo sujetó de su muñeca, haciéndole perder el equilibrio y caer, mientras en la cara de Anselmo se dibujaba una sonrisa y así el párroco caía llevándose a Santiago  en el último suspiro de su vida.

Carlos Velásquez Sánchez


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