Clasificación científica:
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Sauropsida
Orden: Squamata
Suborden: Serpentes
Familia: Viperidae
Subfamilia: Crotalinae
Género: Lachesis
Especie: Lachesis muta
Nombre binomial
Lachesis muta
(Linnaeus, 1766)
La serpiente de cascabel muda (Lachesis
muta) es una especie de serpiente de la familia Viperidae; es la víbora más
larga del mundo.
Se halla en Sudamérica.
Es una de las especies más venenosas.
La tasa de mortalidad del las personas picadas por este reptil es del 20%.
Sin embargo evita el contacto con los
seres humanos. Es sigilosa y ataca a sus presas durante la noche.
Su cuerpo es delgado de color amarillo
y con manchas negras. Mide 2,5 m, con el récord de 3,65 m de
largo.
Nombres comunes:
Shushupe en el Perú, mapepire zanana,
mapepire grande o ma-pay en Trinidad y Tobago, surucucú en el Brasil; verrugosa
o verrugoso, en Colombia y Panamá; cuaima, en Venezuela.
Distribución geográfica
Sudamérica, en las selvas ecuatoriales,
del este de los Andes: Colombia, este de Ecuador, Perú, norte de Bolivia, este
y sur de Venezuela, Guyana, Surinam, Guyana Francesa, norte de Brasil.
La especie también se halla en Panamá y
en la isla de Trinidad y Tobago.
Comportamiento
Es una especie terrestre y nocturna que
se alimenta principalmente de pequeños mamíferos. Suele responder rápidamente a
perturbaciones, a menudo inflando el cuello y vibrando la cola, y puede
volverse agresiva cuando se le molesta.
Es ovípara con 5-18 huevos por nidada.
Veneno
Lachesis muta tiene un veneno potente
con fuertes efectos proteolíticos. El envenenamiento causa dolor intenso,
inflamación, necrosis (a menudo extensa) en el lugar de la picadura, a veces
seguidas por gangrena.
En las tierras bajas de Costa Rica y
Panamá, las mordeduras de esta especie han tenido históricamente una alta tasa
de mortalidad.
Algunos informes sugieren que mientras
esta especie produce una gran cantidad de veneno, la potencia del veneno es
débil en comparación con algunas otras víboras. Otros, sin embargo, sugieren
que estas conclusiones pueden no ser exactas.
Estas serpientes se ven seriamente
afectadas por el estrés asociado con la vida cautiva, y a menudo no aguantan
mucho tiempo en cautiverio. Esto hace que sea difícil de obtener un veneno
"bueno y saludable" para fines de estudio. Por ejemplo, Bolaños
(1972) observó que el rendimiento de veneno de sus especímenes se redujo de 233
mg a 64 mg mientras permanecían en su cuidado.
En la medida de que la tensión de ser
ordeñada con regularidad tiene tal efecto sobre el rendimiento de veneno,
también puede afectar el grado de toxicidad del mismo. Esto puede explicar la
disparidad descrita por Hardy y Haad (1998), relativa a la baja toxicidad de
laboratorio en comparación con el alto índice de mortalidad de las víctimas de
mordeduras.
Carlos Velásquez Sánchez
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