En la antigüedad existió una raza
de gigantes que fue el terror de los nativos. Los hombres, las mujeres y niños
eran su plato favorito, pocos eran los que podían librarse de las garras de
estos seres monstruosos.
La intención de los gigantes era
la de hacer desaparecer de la faz de la tierra la raza de todos los indígenas y
quedarse ellos dueños del mundo. Con este mismo fin, acaparaban las plantas
comestibles y los animales, dejando sin alimento a los nativos.
Únicamente se conocían de plantas
: el plátano y de los animales solamente la carachupa, el añuje y el majaz. Los
nativos se extinguían poco a poco : unos víctimas de los gigantes y otros por
el hambre.
Cierto día, un nativo salió al
monte, acompañado de su mujer en busca de alimentos, caminaron horas y horas y
encontraron un árbol cargado de hermosas frutas y subió a cosecharlas, su mujer
recogía los frutos que el lanzaba de arriba, la mujer estaba contenta porque
iba a llevar alimentos a sus hijos y se puso a cantar.
De pronto, vinieron a cortarle
las alegrías e ilusiones unos ruidos, como de alguien que corría en la
hojarasca del monte y se acordaron del gigante y le dijo a su marido:¿ Quién
viene?, el marido no le contesto, por temor a ser descubierto por un posible
gigante y la mujer se echó en el suelo y el marido estaba escondido en el
árbol.
La mujer escucho que le decían : Levántate,
tia. La mujer vio a un niño vestido con una cushma y le reconoció, era su
sobrino que había desaparecido de la casa secuestrado por los gigantes.
El niño le dijo : Que estaba en
terreno de los gigantes y que ya eran cautivos. El niño dijo a su tía :Tía, yo
te tapare con esta rama y el gigante no te cogerá. La mujer le contesto: Tápame,
sobrino.
Y el sobrino le cubrió con la
rama y se escondió.
Luego llego el gigante y vio al
nativo que estaba subido en el árbol y le retorció el cuello con sus largos
dedos y lo cargo sobre su espalda. A la mujer no la vio y luego el gigante se
fue llevando la presa a su casa. Mientras tanto, el niño informaba a su tía
acerca del reino de los gigantes, su palacio es el hueco de un árbol muy grueso
y muy alto, tiene muchas mujeres y muchos hijos, tiene una crianderia de monos,
de aves y de grandes plantaciones, de las cuales se alimenta todo su reino, los
gigantes duermen en los meses de Julio y Agosto con un sueño profundo y debido
a eso, no truena ni llueve durante esos meses, pero en Setiembre y Octubre
despiertan varias veces, por lo cual truena y llueve y luego despiertan
definitivamente en Noviembre y permanecen despiertos durante todo el invierno.
La mujer ya estaba
suficientemente informada, el niño la dejo y ella regreso a su casa triste,
jurando vengar la muerte de su marido, llego a su casa y conto a sus padres y
paisanos todo lo sucedido y les propuso un plan de venganza contra el gigante
en los meses de Julio y Agosto, durante los cuales
dormían y los nativos aceptaron la propuesta.
En el mes de Julio, toda la
Comunidad reunieron una cantidad fabulosa de leña y muchas toneladas de caucho.
A principios del mes de Agosto, trasladaron al reino de los gigantes, toda la
leña y rodearon el árbol con ellas, taparon todas las ventanas del árbol con
las bolas de caucho para que nadie huyera.
Al medio día, cuando los rayos solares eran más fuertes,
prendieron la ruma de las leñas y las llamas se levantaron rápidamente, se oyen
gritos, llantos de personas y de los animales, que se habían despertado al
sentirse sorprendidos por el fuego y presos en aquella jaula.
El gigante dio un puntapié al
árbol y abrió un hueco por donde salían muchos gigantes hijos, quemados y morían,
luego salto afuera el rey gigante, quien cayó con vida al lado de los nativos,
estaba chamuscado y con sus voces hizo el trueno y una gran lluvia que no pudo
apagar aquella infernal fogata.
Los nativos se lanzaron con
cuchillos y machetes sobre el cuerpo asado del gigante, lo descuartizaron y lo
comieron y asi los nativos celebraron su triunfo sobre el gigante.
El pájaro carpintero que estaba
enjaulado en el árbol, picoteo el tronco y salió volando, cuerpo y pico estaban
negros chamuscados por la fogata. También salió un cotomono, cuya cara es
negra, porque las llamas le chamuscaron, le sigue la pava, que sale tapándose
la cabeza con una de sus patas, por esto la pava es negra, menos la cabeza que
es blanca porque la cubrió con su pata.
Después salió el guacamayo graznando
de cólera, sale prendido e incandescente y por eso el color de guacamayo es
rojo, por ultimo sale la maquisapa, que por jugar y comer de un lado para otro,
se chamusco totalmente, quedando para siempre negro como un carbón.
Los nativos regresaron a sus casa
felices por la victoria,, pero algunos nativos
dudaban de que el gigante pudiera tener poder mágico y presentían que
viviera y pudiera vengarse y a la semana siguiente regresan al lugar, pero allí
estaban amontonados los huesos del gigante.
Permanecieron allí varias horas y
luego sintieron hambre. Un niño dijo a su mama: Mama, tengo hambre. Vamos a
comer caña y su madre le contesto: Cómela. El niño cogió una de aquellas
plantas desconocidas y comenzó a chuparla, era sabrosa y dio a probar a sus
paisanos.
El niño fue probando todas esas
plantas y raíces y les iba poniendo un nombre a todas y dando de comer a sus
paisanos como el zapallo, camote, sandia, callhua, puspucho, etc.
Los naticos comieron mucho aquel día
y llevaron las semillas a su Caserío y las sembraron.
Desde entonces, nadie padece
hambre, en el monte hay monos y aves en abundancia y en las chacras se
reproducen variedad de alimentos.
Carlos Velásquez Sánchez
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