“La madre de la lupuna” es una hermosa mujer alta, blanca y
de ojos azules, pasa los días cantando y a pesar de que
en el verano duerme día y noche, canta entre sueños unas lindas canciones que
solo las personas afortunadas pueden oír y entender.
Aparentemente, la madre de la lupuna es un árbol, pero solo
en apariencia, su copa es la cabeza, su tronco el cuerpo y sus aletas son las
piernas.
En cierta ocasión, un nativo vio a la madre de la lupuna, se enamoró
de ella y convivían. El nativo hizo saber esto a su cuñado, diciéndole :”
Cuñado, he conocido a una linda mujer en el bosque y con ella me case”.
El cuñado quiso ir a verla y fueron al monte a visitar a la
mujer de su cuñado.
El cuñado al verla se enamoró de ella y le dijo al otro: ”Esta
mujer es para mí”. El nativo le contesto:” No, tú ya tienes mujer y es mi
hermana”.
Y el cuñado se acercó a la madre de la lupuna, entonces la
lupuna le aprisiono entre sus brazos y no quiso soltarlo. El hombre lloraba y
gritaba asustado, pidiendo auxilio.
El nativo le dijo :” Ahora vas a sufrir, porque tu tenías
mujer y querías tener otra”.
El nativo fue al Caserío a dar parte a los demás de lo
sucedido, todos fueron a ver al cuñado, pero no hallaron ni a la madre de la
lupuna ni al cuñado. La lupuna le había ya robado.
Los nativos creen que la lupuna secuestra a las personas que
caminan solos por el monte amazónico.
Carlos Velásquez Sánchez
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