sábado, 9 de abril de 2016

LA NIÑA DEL RENACO


Esta historia se situa en el año 1973 en la ciudad de Moyobamba, fue relatada por un cazador español que residia en la zona llamada cococho; fue un hecho impactante que dejo en un estado de coma al cazador español, la leyenda fue relatado despues por su acompañante Jose Izuisa Ventura ....

Era Mayo de 1973, y la lluvia en esta epoca era muy seguida por vientos que iban y venian de norte a sur, en ese tiempo era muy concurrida la caza y pesca de animales de monte y de zungaros, Don Jose Izuisa Ventura, tenia 37 años y era un experto montaraz, conocia todos los caminos y linderos de cazeria, tanta era su fama que un feudal español amante de la caza, que por motivos de negocios habia llegado al Perú, lo contrato para ir a retomar su vieja afición en la hermosa ciudad de Moyobamba, la entrevista fue satisfactoria y trazaron partir un sabado donde suponian que la lluvia cesaria, llegó el día de partir, Don Jose Isuiza esperó muy temprano al español que lo había contratado eran las 4 y 30 de la mañana y el sentado y fumando su mapacho al frente del río Mayo, sentia el frio abrumador, media hora despues comenzo a llover ya eran las 5 de la mañana cuando aparecio el español muy jovial con una peculiar escopeta muy cara para esa época.
Partieron en el acto por un lindero que llevaba a un bosque frondoso lleno de vegetacion y sólidos arboles y renacos por doquier, seguia  lloviendo y ellos caminando, platicaban de hazañas de caza como era de suponerse el español solo hablaba de él; se detuvieron en un claro donde divisaban collpas donde los animales iban a sustanciarse con ellas, en eso vieron de lejos a un majás muy hermoso y gordo, al cual el español sin dudar disparó y mató en el acto, Jose Isuiza conocedor de esa zona advirtió al español que no era prudente hacer mucho ruido ya que los animales se perderian en la espesura del monte y que hay que saber cazarlos, el español solo replico que el sabia lo que hacía, pusieron al animal en una especie de bolsa que el español traía y lo cargaron cuesta arriba el animal pesaba tanto que lo tuvieron que esconder para el regreso, paso una hora y llegaron a una laguna inmensa donde de lejos se veia un ciervo, pero Jose Isuiza presentia algo ya que en sus dias de explortacion nunca habia visto aquella laguna, en eso se les apareció en el fango pisadas de animales que Don José conocía pero que nunca habia logrado ver tan de cerca, se dio cuenta entonces que en su alrededor habian inmensos renacales.

Don José sabiendo que se trataba del viejo diablo del monte el chullachaqui, que los habia atrapado, trato de convencer al español de alejarse pero este en su ambicion vana, fue y persiguio al venado, el cual extrañamente no huia de el, solo caminaba muy rapido y lento a la vez atrayendo al ingenuo cazador, de pronto el venado se transformo en un demonio abobinable que tenia figura de un oso hormiguero, el cazador español disparo varias veces sin hacerle daño, Don Jose Isuiza aterrado cogio una rama y persiguía al animal pero este no se amedrentaba, de pronto se oyó un grito que asemejaba a una niña y el demonio desapareció, el español aterrado y consternado parecia distinguir ese grito, asi que obligó a Don José Isuiza  ir por donde provenía esa voz demoraron casi dos horas y al llegar a un claro vieron a un pequeño chullachaqui con cara de un viejo con cuerpo abombado con un pie que no se distinguia mucho y un pie de venado, el español disparo dos veces, pero no se inmutaba el demonio ante esos disparos de pronto señaló arriba del renaco, al mirar el español grito de terror y al instante cayo desmayado botando de su boca sangre y vómito, Don José logró ver la imagen de la niña y se sorprendió ya que era la viva imagen de la pequeña hija del español.........

Autor : JOSE ANTONIO CORDOVA WAJAJAY


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