domingo, 6 de septiembre de 2009

HISTORIAS DE NUESTRA SELVA AMAZONICA


SAMAREN EL GRAN JEFE HUAMBISA


En 1,904, los Aguarunas ubicados en el rìo Marañòn paran el avance misionero iniciado por el Padre Bernabé Calle y el Coronel La Rosa. Con esta acciòn los aguarunas demuestran una vez màs su decisión de seguir luchando por su libertad en el Alto Marañòn, lugar en donde los comerciantes cometìan muchos abusos en el intercambio, pues eran ellos quienes les proveìan de armas de fuego.SAMAREN, un huambisa perdido en la leyenda, quièn a comienzos del siglo XX destacò como Gran Jefe de Jefes, cuyo accionar se pierde en la bruma del tiempo en pleno periodo de explotaciòn cauchera.


De SAMAREN, se ha difundido muchas historias, en el sentido de que fue un Cacique excepcional, por sus habilidades guerreras, por su carisma, un gran boga y cazador. Se dice que fue un indígena con sangre de raza blanca derivada de los raptos que sus antepasados realizaban en los pueblos españoles.Otros le han dado el tìtulo de defensor de los territorios indígenas contra los buscadores de oro, extractores de caucho y contra la incursión de los soldados ecuatorianos. Cuentan que una vez fue capturado por soldados ecuatorianos, cuando èste trataba de repelerlos.


Samarèn fue obligado a besar la bandera del Ecuador y renegar contra el Perù, pero el Gran Jefe Huambisa Samarèn se negò como peruano, por lo que fue torturado por los soldados ecuatorianos hasta quitarle la vida.Otros, cuentan que la muerte de este Gran Jefe Huambisa se debiò a una emboscada organizada por indígenas aguarunas para evitar que el guerrero SAMAREN se llevara a Mirena una hermosa mujer aguaruna.Como todo personaje que se pierde en la leyenda ha sido motivación para la creación literaria, como el famoso canto que el escritor Ròmulo Paredes dedicò a SAMAREN, ese gran jefe huambisa y que pone de manifiesto la visiòn de una Selva Grande y generosa, sin el oprobio de la explotaciòn ni el crimen, dos estigmas que marcan la presencia del blanco en la Selva durante el periodo cauchero.


Carlos Velásquez Sànchez

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