lunes, 28 de abril de 2014

LA DONCELLA DE LA LUPUNA

Las tribus de la selva amazónica coinciden en señalar que el árbol de la lupuna tiene en su base una gran puerta invisible a los ojos humanos, que sirve para comunicar los mundos existentes. Esta puerta es un pasaje o tránsito de seres del mundo de los hombres y el mundo espiritual amazónico. Por esta puerta ingresan y salen seres mitológicos de la selva madre y en especial se habla muchas veces de una hermosa doncella que habita en el árbol y que representa el espíritu esencial de la lupuna. Esta doncella fue una vez una gran curandera, una mujer medicina y protectora de las plantas y los animales del bosque amazónico.

Cuenta la leyenda que en tiempos antiguos esta curandera presenció la muerte de su esposo por la mordida de una serpiente venenosa, ella era una joven inexperta y no lo pudo curar,  la vida de su esposo se apagó entre sus brazos sin poder salvarlo. Luego de recuperar el ánimo perdido dedicó toda su vida a curar las mordidas y picaduras de serpientes y otros animales ponzoñosos. Era la mejor curandera en ese sentido. Ella descubrió por ejemplo que un remedio natural para mordeduras de serpientes era utilizar los tubérculos de la planta jergón sacha a modo de cataplasma, si la víctima se curaba incorporaba dicho sea de paso el espíritu de la serpiente como su animal protector y en adelante tendría mayor inmunidad ante picaduras similares.
Cuando su hijo mayor creció y se hizo curandero como su madre, sufrió la picadura de una extraña serpiente al cual no encontraron antídoto eficaz, como su madre no pudo encontrar a la víbora causante de esta tragedia no pudo hacer nada sino optar por una medida muy radical, pues en su visión haciendo uso de tabaco, el espíritu de esta planta le dijo que si quería que su hijo viviese debía ella dejarle su espíritu como trueque en la base de la lupuna. Como ella no dudó de lo debía hacer ofrendó su propia vida a fin que su hijo encontrase de nuevo su salud. De ese modo su hijo se recuperó a tiempo y su madre a quién no volvió a ver físicamente ocuparía un lugar de honor en el reino del bosque y desde entonces viviría por siempre en el árbol de lupuna.
 
La doncella de la lupuna es un espíritu que siempre protege y está atenta de todo lo que sucede en el gran bosque verde. Observa todo lo que pasa y ampara con su potente energía a todos sus hermanos menores sean plantas o animales de la selva.

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