jueves, 31 de marzo de 2016

EL CHULLACHAQUI


Es el diablo burlón y camaleonesco de los bosques de la selva que cambia y aparece según la ocasión. En forma de animal, del mismo hombre, te hace ver ilusiones y fantasías como si fuesen de verdad, engañándote con la finalidad de llevarte a la espesura del bosque y hacer lo que quiere contigo.
Es fácil reconocerle por su pie izquierdo es como la de un niño recién nacido o como la raíz de un árbol o como pata de animal, aunque el vivaracho procura ocultarlo siempre.
La gente que ha tenido experiencia con el chullachaqui dice que tiene un fuerte olor a chivo viejo. Entonces, la gente se cuida y está alerta o sino reza y hace cruces con los dedoEs o con las ramas.
Generalmente es a los niños que persigue y los rapta porque son fáciles de engañar, sobre todo cuando están solos en su casa o en la chacra.
Pero no pierde la oportunidad si se encuentra con un adulto también solo por los caminos, los bosques y las chacras.
Algunas personas aventuran a decir que el chullachaqui se burla, se ríe y goza de  sus víctimas jalándoles de las orejas, colgándoles de los cabellos, otras veces los abandona en el fondo del bosque totalmente perdidos y alejados de los pueblos, sin posibilidad de regreso y si lo logran quedan atontados y desfigurados.


Carlos Velásquez Sánchez

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