domingo, 25 de diciembre de 2016

EL MALIGNO


 El Maligno, un ser que equivocadamente es confundido por muchos por los Tunches de naturaleza oscura (almas en pena), y es al mismo tiempo concebido por muchas culturas indígenas como espectros demoníacos que solo existen para crear el caos y la muerte. Lo cierto es que estas sombras del inframundo, y digo bien: sombras demoniacas, son entes despiadados que suben a la tierra para poder captar cualquier alma para arrebatarla de de este plano y llevársela a sus dominios, ya que solo de este modo, el Maligno podrá ganar su libertad y crear el terror a su antojo, dejando de recibir órdenes de jerarquías mayores. Por ello, con un pitido potentísimo e hiriente (mucho más largo y escalofriante que el de un Tunche cualquiera) hace sus recorridos a través del monte, como si fuera un violento huracán o ventarrón que se desplaza con rapidez de aquí para allá en busca de seres vivos o almas en pena (tunches) a los que persigue hasta el fin de sus fuerzas sin darles tregua alguna de escape, con la finalidad de liberarse de su yugo infernal.
Si es sabido que al ver a un Tunche (alma blanca o negra) nuestra primera reacción (antes del grito o el escape) sería un engarrotamiento del vientre y, simultáneamente, una especie de vomito jabonoso que expulsaríamos del estómago a causa del excesivo miedo; el simple hecho de ser testigos de la desagradable manifestación de un Maligno, significaría sencillamente una muerte fulminante y atroz.
La única forma de librarse de su letal presencia y peligrosidad sería camuflarse entre la floresta al escuchar su estremecedor silbido hasta que el peligro pase. El Maligno, Sin duda un ente demoniaco, letal y muy temido.
Carlos Velasquez Sanchez

 


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