lunes, 25 de enero de 2010

LA CACERIA EN LA SELVA


Al inicio el hombre y por cientos de millones de años fue recolector y acumulador de alimentos. En el paleolítico era un nato cazador y recién en el neolítico descubre la agricultura y la domesticación de animales y en ambas formas se les denomina de apropiación y de producción respectivamente.

La apropiación está dada por lacaza, pesca y recolección y la producción por la agricultura y crianza de animales.

La cacería es aquella actividad, fundamentalmente masculina que consiste en la aprehensión de animales salvajes con fines de subsistencia. Aclaramos también que la cacería no solamente es económica, sino que en algunas sociedades constituye un deporte y hasta recreativo. Existen dos técnicas básicas de cacería: la presencial y la no presencial.

En la cacería presencial el nativo usa lanzas, flechas, macanas labradas con chonta, pona, palisangre y otras maderas muy duras, pero el arma preferida fue y sigue siendo la cerbatana ó pucuna con su inprescindible aditamento con veneno curare. Estas técnicas están siendo desplazadas por la retrocarga o arma de fuego.

En la cacería no presencial emplean una serie de trampas hábilmente confeccionadas y dejadas en el monte, las que son visitadas luego de cierto tiempo para recoger la presa.

En la cacería el nativo se desliza sin hacer ruido, no quiebra palos secos y las hojarascas parecen no sentir su peso, su ojo avizor, oído alerta, se desplaza medio agachado, va de prisa, casi corriendo.

Inmediatamente localiza cualquier ruido o canto, con el olfato percibe las ráfagas de olor que despiden los animales, flores, lianas y bejucos. Parece inmunizado contra el miedo, solo necesita un instante y su puntería no falla.

Conoce el canto de los animales y les sigue hasta dar con ellos, saben donde están sus collpas .De noche aguarda sigilosamente a su presa, aguante la respiración y cuando el animal está en posición, prende su linterna, lo sorprende y dispara o lanza el dardo, muchas veces se ayuda con uno o dos perros.

Imita el canto del paujil, loro o pava para así atrapar a su víctima. La viveza del mono, la desconfianza del pato son superadas por la astucia y la serenidad del selvático.

¿Cómo prepara el nativo sus trampas y como cura su cuerpo?

Para preparar la trampa el nativo hace una curación de su cuerpo, lavándose bien para que el animal no perciba su olor de lo contrario no se acerca, no puede usar jabón ni acostarse con su mujer en estado menstrual. Para el baño consigue hojas de mucura: macho y hembra y lo chapea en un depòsito grande con agua, dejándole reposar una semana, madurado con orina o pichi y se baña por las noches durante una semana. Al momento de sacar las hojas de mucura, debe hacerle un discurso al bosque pidiéndole permiso dirigido al espìritu de la planta, así: ”JOKE MIA BIR, MIA ONANA IKASH”.

LOS PISHTACOS O NUNA SHIPICOS

Antes los poblados de la Selva, veían con terror la aparición de un blanco, lo confundían con los pistachos, que ambulaban según versiones con sus pelos largos y sus machetes, buscando el lubricante que necesitan las aeronaves que irán a otros planetas, y eran considerados los “mantequeros” ó “degolladores”.

El pistacho está instalado en la tradición popular desde la época de la colonia, en el Sur se le donima NANAC, en el centro y hasta en la Ceja de Selva se le conoció con el nombre de “pishtaco”.

Hay una hermosa leyenda, cargado de sabor enfermizo, en la que los Príncipes de la Casa de Austria, uno de sus hijos atacado por una mortal enfermedad, necesitaba para mantenerse vivo , de un baño diario de fresca grasa humana que podría usarse nada más que una vez y sus padres enviaron a la Amèrica a personas autorizadas para matar a los indígenas y proveer de la grasa humana a la Casa Real.

Estos eran los pistachos y se les describe como hombres blancos, fuertes, ágiles. En los primeros tiempos no degollaban a la gente sino que hacían uso de una especie de tubo mágico y extraían la grasa de la víctima. Luego en otros tiempos el pishtaco colgaba a su víctima en una cueva donde hay un gancho y coloca debajo una vela para que la grasa vaya saliendo.

En algunos sitios cuando mataban a un pishtaco le arrancaban la lengua, le castraban y encontraban en una talega: cuchillos, puñal, una caja de polvos venenosos, agujas de hierro, disfraces de mujer y hasta de guardia civil y en las cuevas donde vivía encontraban calaveras, huesos de piés y brazos humanos.

Los pistachos eran blancos, barbudos y usaban botas, como también, habían pistachos negros.


Carlos Velásquez Sánchez

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