martes, 6 de abril de 2010

NARRACIONES POPULARES DE NUESTRA SELVA

CUANDO EL BRUJO TE HACE DAÑO

Cuando cae la noche, el brujo Shanti Tuanama, arroja de la boca al aire algunos virotes de chonta, diciendo: derechito, derechito a la cabeza de José Pérez.
José se halla en esos momentos sentado en el patio de su casa con su mujer.
Luego, suelta una lechuza por sobre los platanales diciéndole: Vuela, vuela, chusqui mío a la huerta de José, que tus ojos lo vean todas las noches desde un sapote de su huerta.
Dejarás de reirte yachaysito mío, solo cuando haya pelado sus ojos José Pérez. La luna nueva alumbra apenas la noche. Yastá, tu enemigo José Pérez morirá, como tú lo quieres, le asegura el brujo, entrando en la choza a Nicomedes y éste luego de pagarle al brujo, desaparece por el platanal rumbo al pueblo.

LA PESCA CON BARBASCO DE ANTES

Ñaupa (antes, hace tiempo) aprovechando la merma de los ríos durante los meses de sol fuerte, se pescaba con barbasco, desliendo el barbasco ya mojado en las aguas, en tres partes, a grandes distancias unas de otra, que se llamaba la primera, la segunda y la tercera, para de ese modo rematar a los peces en su huida.

Al final había un cerco de palos con nasa, construído al medio del río en un sector angosto y correntoso, los peces que caían en la nasa eran para las autoridades. Y al resto de gente le estaba prohibido pescar, desde dos cuadras antes de la nasa.

Agarrábamos mucha “challua” (pescado). Eso sí, para que una pesca fuera buena, nadie debía cortar un pez al comienzo, solo cogerlo con la red (llicra), pues la sangre malograba la pesca, hacía perder su fuerza al barbasco, lo mismo, nadie debía orinar en el río, ni tomar parte en esta pesca una mujer embarazada, mujeres en este estado se quedaban en su casa en el pueblo.

LOS COTOMONOS

El nombre de los cotomonos o monos cotos se origina de una especie de “coto” (hueca protuberancia ósea en el cuello), que les permite dar mayor volumen e intensidad a su voz, una voz gruesa, potente, que se deja escuchar desde un km. de distancia. Son pelirrojos, andan en grupos, con un jefe o guía adelante, el más grande y más fornido de la manada.

Cuando los cazadores atacan una manada de estos monos, el Jefe sale al frente, en actitud defensiva, mientras los otros escapan. Los indios le atribuyen la particularidad de que cuando cantan por las madrugadas, les están naciendo sus crías.

Estos cotomonos tienen la costumbre de embadurnarse un dedo con sus excrementos y luego exponerlo al aire con el fin de atrapar moscas. Les gusta comer moscas porque es su alimento favorito.

Carlos Velásquez Sánchez

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